Se enfrentaban David contra Goliat, encarnados en el Embutidos Lalinense Balonmán Lalín y el Octavio, y el guión siguió la lógica, y no se obró milagro alguno. El cuadro de Asobal se impuso con una claridad abrumadora a un Lalín que hizo lo que pudo, pero que no fue capaz de pasar por alto las dos categorías de diferencia.
La envergadura de los jugadores del Octavio ya resultaba argumento suficiente para que los de Quique Domínguez se llevasen de calle el partido. Los primeros compases de juego fueron igualados, con el Lalín enchufado y luchando cada balón, aunque con enormes dificultades para superar la defensa 6:0 planteada por el equipo de División de Honor. Los de Alfredo Fernández fueron aguantando el tipo durante el primer cuarto de hora, pero algunos cambios, sumados a la natural superioridad del rival, permitieron al Octavio abrir distancias y ganar el choque ya en la primera mitad.
Al descanso se llegaba con el marcador 10-20, y con el encuentro prácticamente sentenciado, por lo que en el segundo tiempo el entrenador del Lalín planteó a sus jugadores un ejercicio de intensidad y garra. «Les dije que no podíamos bajar los brazos hasta el último segundo». Y así lo hicieron.
Intención rojinegra
A pesar de saberse perdedores del choque, los rojinegros regresaron a la cancha buscando cada balón, y consiguieron algunos goles de contraataque que no gustaron nada en el banquillo rival, que pidió un tiempo muerto para reclamar más a sus jugadores. El resto del choque siguió con el Octavio mandando con mano de hierro y el Lalín intentando que la goleada no fuese a más.
Hubo juego colectivo
La sobrecarga que arrastraba Pincho impidió que echase una mano al Lalín, pero Alfredo Fernández recordaba que a su escuadra le tocará luchar con lo que tenga en cada momento, y prefirió no arriesgar. Aunque el partido no se prestaba para extraer grandes conclusiones, dadas las diferencias, el técnico se quedó sobre todo con la «actitud y la pelea; no se puede exigir más a los jugadores», analizaba tras el partido, «además, se vio más juego colectivo y menos pérdidas de balones», destacó Alfredo Fernández.
Hoy el Lalín jugará de nuevo en el pabellón de Moaña a las 10.30 en el encuentro por el tercer puesto. El rival de los rojinegros será o Teucro, o Cangas, que anoche disputaban la otra semifinal de la Copa Deputación.
Tanteador cada 5 minutos: 2-2, 3-4, 3-7, 5-12, 6-17, 10-20 (descanso); 12-23, 15-27, 17-29, 18-32, 20-34, 21-38 (final).
Árbitros: José María García y Sergio Rodríguez. Excluyeron a Roberto Álvarez (2) y Canario (2) por el Lalín, y a Vargas y Da Silva por el Octavio.
Incidencias: Semifinal de Copa Deputación disputada en el pabellón de Moaña ante unos 400 aficionados.
Pablo, Adrián (1), Roberto Álvarez (5), Bruno (1), Rubén (2), Roberto Granja (2), Marco (5) -siete inicial- Durán, Ramón (2), Gustavo, Uxío (2), Losón, Brais, Óscar, Canario (1)
Xabi Díaz, Vargas, Fernando Martínez (2), Da Silva, Pablo Cacheda (5), Víctor Frade (6), Moledo (5) -siete inicial- Pablo Chantada, Leonel, Polakovic (5), Fran González (2), Bico (5), Javier Fernández (5), Nantes (3), Cerqueira, Macías