Calcula que se beneficiarán 60.000 contribuyentes, que ahorrarán unos 50 millones al año
26 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Castilla-La Mancha se unió ayer a las comunidades autónomas que se suman a la competencia fiscal desatada en España. El Gobierno presidido por José María Barreda decidió que dejará de aplicar en la práctica el impuesto de sucesiones y donaciones desde enero del 2008, medida que beneficiará a unos 60.000 contribuyentes y supondrá un ahorro de unos 50 millones de euros al año. La norma planteará una deducción del 95% en las herencias que se transmiten mortis causa entre cónyuges o entre padres e hijos. Respecto a donaciones, la deducción también ascenderá al 95% en los mismos supuestos. Si los herederos tienen discapacidad, la deducción podrá alcanzar el 99,7%
En la comunidad gallega, la supresión del impuesto de patrimonio anunciada el lunes por el presidente de la Xunta hará que dejen de pagar este tributo 118.000 personas físicas y 5.000 comunidades de bienes, según consta en un informe elaborado por la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Con esta decisión, el Gobierno gallego renuncia a ingresar en las arcas autonómicas una cifra que se sitúa en los 60 millones de euros. Al igual que la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, que ya ha anunciado la eliminación del impuesto esta legislatura, Touriño considera que este tributo es socialmente injusto y penaliza el ahorro y la inversión. Los socialistas gallegos entienden que los incrementos patrimoniales ya están gravados en el IRPF y que mantener el cobro de patrimonio supone perpetuar una doble imposición. Lo que no está todavía claro es cómo se articulará la eliminación progresiva del impuesto. En su reunión del pasado lunes con los líderes de las patronales, el presidente avanzó que a lo largo del 2008 pondrán en marcha las modificaciones normativas en lo que concierne a la capacidad recaudatoria. Touriño, sin embargo, no aludió a plazos, con lo que se desconoce cuándo estará el tributo totalmente eliminado.
Al igual que ocurre en sucesiones y donaciones, en el impuesto de patrimonio es el Gobierno central quien tiene la facultad de suprimirlo normativamente, pero como es un tributo cedido a las autonomías, éstas pueden renunciar a su recaudación, lo que conduce, en la práctica, a la eliminación real del tributo. Este es el camino escogido por las autonomías en la dinámica de competencia fiscal en la que han entrado. Fuentes consultadas han revelado que el ministro Solbes aboga por esta línea, porque si la iniciativa de suprimir el impuesto es del Gobierno central las comunidades pueden pedir luego compensaciones por la pérdida de ingresos.
Galicia ha sido, junto a Madrid, de las primeras autonomías en posicionarse a favor de eliminar el gravamen sobre el patrimonio. Los expertos consideran que, después de la guerra abierta en sucesiones y donaciones, la competencia fiscal entre comunidades se va articular ahora en torno a este tributo. La iniciativa del presidente Touriño ha suscitado el aplauso del líder de la patronal gallega, Antonio Fontenla. «Se trata de una figura obsoleta que castiga el ahorro: para nosotros es una satisfacción que el presidente haya tomado esta iniciativa», precisó ayer a este periódico el empresario coruñés.
Antonio Fontenla denuncia que hay empresarios de esta autonomía que están pagando más en concepto de patrimonio que de renta. «Estamos ante una rémora y una doble imposición», denuncia el líder patronal.