El impuesto de matriculación cobrado durante los meses de enero, febrero y la primera quincena de marzo a los compradores de motos nuevas en España podría ser considerado por Hacienda un ingreso indebido, lo que obligaría a la devolución del importe. En el caso de Galicia, la cantidad podría rondar el millón de euros. Así lo ha revelado José María de Riaño, secretario general de Anesdor, asociación nacional de empresas del sector de las dos ruedas, que agrupa a fabricantes e importadores de motocicletas.
El motivo es que el cobro se ha realizado de acuerdo con la antigua normativa. En ella los tramos impositivos estaban vinculados a la potencia de las motocicletas, mientras que a partir del 1 de enero se paga en función de las emisiones de CO2. Y la mayoría de las motocicletas nuevas que se matricularon emiten menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro, por lo que están exentas de pagar este impuesto. Por lo tanto, según explicó la misma fuente, es previsible que la Administración tenga que devolver el 12% de media que Hacienda ha ingresado en las arcas públicas vía tributaria.
Reclamaciones
Aunque sobre este asunto el fisco todavía no se ha manifestado, los compradores de motos afectados podrán reclamar su dinero presentando un escrito. Este debe ser una rectificación de autoliquidaciones con solicitud de devolución de ingresos indebidos, procedimiento estándar previsto en el real decreto 1.065/2007 y que se utiliza habitualmente en las declaraciones de la renta cuando no están correctas.
En dicho escrito el usuario deberá adjuntar el certificado de emisiones de CO2 que cada marca puede facilitarle. No obstante, desde el pasado mes de marzo, en las fichas técnicas de las motos ya se incluye este dato.
Entre los meses de enero y febrero se vendieron en el conjunto de España cerca de 33.000 motocicletas que podrían estar afectadas por este asunto. En Galicia el número de unidades adquiridas en las diez primera semanas del año se sitúa en torno a las 1.600 y sus precios medios oscilaron entre 5.000 y 6.000 euros.