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La oposición y los sindicatos critican que Taguas fiche por la patronal de las constructoras

N. Bore

ECONOMÍA

02 may 2008 . Actualizado a las 02:46 h.

La noticia parece no haber dejado indiferente a nadie, ni dentro ni fuera de la Moncloa. Y es que el nombramiento de David Taguas -hasta ahora director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno- como presidente de la Sociedad de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional (Seopan), patronal que agrupa a las 33 principales constructoras del país, ha levantado ampollas sobre su compatibilidad y -en caso de que esta no sea un obstáculo, como parece- sobre si es o no admisible desde el punto de vista ético, dado el cargo previo y las competencias de Taguas.

Tales cuestionamientos se los hacían ayer el PP, IU y los sindicatos mayoritarios -CC.?OO. y UGT-, mientras que desde las filas del PSOE, el secretario general del partido en Madrid, Tomás Gómez, lo valoraba como «una decisión personal», para subrayar, a continuación, que «el sector empresarial no es el enemigo del PSOE, ni de los Gobiernos socialistas, sino al revés».

Mucho menos crípticas fueron las afirmaciones de Gaspar Llamazares, que calificó de «éticamente impresentable y políticamente inaceptable» el paso a la empresa privada dado por el ex director de la oficina económica de la Moncloa, que considera «flagrantemente incompatible», y apostilló que pedirán un informe al Gobierno para que aclare el asunto: «Son necesarias muchas explicaciones».

El papel de «conseguidor»

Otra de las observaciones de Llamazares fue la de que «está claro que a esas empresas lo que menos les importa es su preparación, sino que puede hacer las veces de conseguidor en este período de vacas flacas».

Por su parte, tanto el secretario general de UGT, Cándido Méndez, como el de CC.?OO., José María Fidalgo, lanzaron ayer un mensaje a Taguas, para que en su labor al frente de Seopan «tenga en cuenta no solo a las empresas para las que trabaja, sino también a aquellos que pierden su empleo y no caen de pie, como él».

El PP, por su parte, tan solo 24 horas más tarde de que Eduardo Zaplana anunciara su paso a Telefónica, calificó el fichaje de Taguas de «indecente y caciquil».