«Yo vendía casas sin que el comprador las hubiera visto»

La Voz

SADA

11 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Luciano Sánchez, un veterano agente inmobiliario con cuatro oficinas en la provincia de A Coruña, recuerda con nostalgia cuando hacía operaciones en cuatro días: «Había gente que el jueves llegaba a Sada desde Madrid, el viernes veía el piso, el sábado cerraba la operación y el martes entregaba la señal. Hemos vendido casas sin que el comprador las hubiera visto y hemos llegado inquietos al notario por si al final no le gustaba y no quería escriturar. Afortunadamente, eso nunca pasó».

Eran los buenos tiempos, los tiempos locos: «Quizás tendríamos que habernos preocupado en regular los precios entonces, al menos los de la vivienda de segunda mano». El caso es que Luciano Sánchez todavía aguanta. «Resistimos los que llevamos muchos años y tenemos una cartera de clientes que nos permite mantenernos con pocas operaciones al mes. Los que se compraron un móvil y alquilaron un local para meterse en el negocio, esos ya cerraron». Esos y otros, hasta sumar las 2.300 oficinas que pasaron el pestillo en Galicia desde el 2006. Incluso las fotocopias callejeras de «Se vende piso» con el móvil recortado proliferan bastante menos. «Son los primeros en desaparecer», explica otra agente de A Coruña, que responde gráficamente sobre la situación del mercado: «Parado no, paradísimo». Su radiografía coincide con la que ofrece, con matices, cualquier otro profesional del sector en las principales ciudades gallegas. «Si hace un año entraban cien clientes y veinte tenían voluntad de compra, hoy entran veinte y voluntad de compra no tienen ni cuatro», sentencian.