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Semana Verde se retrasa a noviembre por problemas económicos

La Voz

ECONOMÍA

La organización mantiene que la incertidumbre sobre el futuro del certamen ha perjudicado su imagen

14 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La trigésimo primera edición de la Semana Verde de Galicia, cuya celebración estaba prevista del 11 al 15 de junio próximos, fue aplazada ayer cinco meses por la fundación ferial que la organiza y finalmente tendrá lugar entre el 12 y el 16 de noviembre, en Silleda. La decisión del aplazamiento tiene un único antecedente: la sexta edición, que tuvo que ser retrasada por un brote de fiebre aftosa. En esta ocasión, las razones tienen que ver con las dificultades económicas y estratégicas que ha traído aparejadas la continua pérdida de tesorería y con la demora en la elaboración del plan de viabilidad diseñado para frenar esa descapitalización.

Y es que existía el riesgo real de falta de liquidez para afrontar los pagos a proveedores que genera la organización del certamen. Para evitar esa posibilidad fue para lo que se acordó la elaboración de un plan de viabilidad. Sin el documento director -que está siendo redactado y que no estará listo hasta dentro de un mes- y con un presupuesto deficitario, el aplazamiento era prácticamente inevitable.

La organización que preside José Maril ha estado operando este año con los presupuestos prorrogados del ejercicio anterior, y la demora del plan «rompeu os tempos en orden a planificar e promocionar axeitadamente» el certamen y «restou capacidade de reacción para planificar os contidos do evento que de celebrarse en xuño correría o risco de defraudar as expectativas de expositores e visitantes profesionais», señala la fundación.

Clima de incertidumbre

Desde la Semana Verde también se apunta el hecho de que se ha producido una caída en la contratación de expositores para esta edición, y la atribuyen a varios factores como «o clima de incertidume suscitado a raíz do devandito plan» además de la propia ralentización de la economía española. Pero, sobre todo, la organización considera que la incertidumbre ha estado «alimentada e magnificada» por declaraciones que se han venido efectuando en los últimos meses, en alusión al movimiento reivindicativo del medio centenar de trabajadores de la fundación que vienen exigiendo conocer su futuro y culpando a los patronos de la Xunta y al presidente de la feria, José Maril, de desatender su funciones y de no hacer nada ante la descapitalización de Semana Verde.

Otra razón estratégica esgrimida desde la organización para justificar el aplazamiento apunta a la escasa participación de ganado bovino, pilar básico del certamen, ya que está prácticamente descartada la celebración del concurso internacional de raza frisona debido a que muchas reses no pueden entrar en Galicia por proceder de regiones donde se ha detectado la enfermedad de la lengua azul.

Los responsables de la fundación aseguran que no desean poner en marcha en junio «unha feira que menoscabe a súa imaxe internacional solidamente cimentada durante 30 anos a prol do avance e a modernización do mundo agrario» y proclaman a todos los agentes feriales «a súa certeza de que este aprazamento servirá para construír con máis tempo un certame máis competitivo».