La Bolsa de Nueva York termina la sesión con una bajada del 6,71% y sufre la mayor caída en puntos de su historia.
30 sep 2008 . Actualizado a las 00:16 h.La Cámara de Representantes ha rechazado en hoy contra todo pronóstico, el controvertido proyecto de ley de 700.000 millones de dólares de rescate del sector financiero, lo que supone un duro golpe para la Casa Blanca. El resultado de la votación fue de 205 a favor y 228 en contra.
La Bolsa de Nueva York terminó la sesión con una bajada del 6,71% y sufrió la mayor caída en puntos de su historia, después de que la Cámara de Representantes de EE.UU. rechazara por sorpresa el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares.
Según los datos disponibles al cierre, el índice Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall Street, bajó 748,21 puntos (6,71%) hasta las 10.394,92 unidades.
El rechazo al plan, que se produjo tanto entre las filas demócratas como en las republicanas, podría obligar a los representantes de los dos partidos a regresar a la mesa de negociaciones hasta lograr un nuevo plan que les permita eliminar todas sus reticencias. De hecho, el presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja, Barney Frank, dijo tras la votación que evaluarán la «reacción económica» antes de decidir sobre el siguiente paso legislativo.
La votación se produjo tras un largo e intenso debate entre los legisladores, muchos de los cuales pusieron en duda la eficacia del plan, y criticaron la falta de ayudas para las familias aquejadas por las ejecuciones hipotecarias. Este rechazo suponer un duro golpe para el Gobierno de George W. Bush, quien había advertido que si no se aprobaba el paquete de rescate, ello tendría nefastas consecuencias para el resto de la economía estadounidense y para la economía global.
Durante el debate, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, indicó que aunque los 700.000 millones de dólares constituyen «una cifra pasmosa», es «tan sólo una parte del costo de las fallidas políticas económicas» del Gobierno de Bush.
En un último empuje al plan, cuyo texto final fue fraguado durante el fin de semana, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, había dicho hoy que este paquete debía servir para «ayudar a restablecer el flujo de crédito a los hogares y negocios». Pero muchos legisladores dejaron en claro su oposición a este plan, diseñado como rescate para la banca de Wall Street, porque no incluía suficiente ayuda para las familias afectadas por las ejecuciones hipotecarias.