La comunidad logra mantener un diferencial positivo de siete décimas, lo que le permite converger
18 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La intensidad de la desaceleración económica empuja a la economía gallega cuesta abajo. Aunque la velocidad de descenso es menor a la que registra España, lo que permite mantener la convergencia, el destino del trayecto conduce al mismo tortazo: la recesión. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ya la constató hace unos días para el conjunto del país -al registrar el producto interior bruto (PIB) español un descenso de dos décimas entre el segundo y el tercer trimestre del año- y el Instituto Galego de Estatística (IGE) se quedó ayer a un solo paso de hacer lo propio para la autonomía gallega. Entre los meses de julio y agosto de este año el PIB de Galicia creció solo un 0,1% más que entre abril y junio, lo que demuestra una situación de estancamiento y lo que sitúa a la economía de la comunidad a un solo peldaño de la recesión, que se confirmará en el cuarto trimestre.
El dato hecho público ayer por el IGE cuestiona la tesis defendida repetidamente por la Xunta de que Galicia tiene un plus de resistencia en su estructura productiva y evidencia que camina con cierto retraso hacia la misma dirección. Esa menor velocidad de progresión al centro de la crisis es atribuible, según el bipartito, al menor peso del sector de la construcción residencial. Y como muestran los últimos datos -relativos al segundo trimestre- también puede deberse a un creciente peso del gasto de servicios de no mercado, donde se engloba el dinero que se gasta la Administración autonómica. En este sentido, el plan impulsado por Touriño para fomentar la licitación pública podría contribuir a frenar la velocidad de deterioro.
El valor del dato intertrimestral hecho público ayer radica en que es el termómetro que permite medir mejor la intensidad actual de la desaceleración, plano que no muestra totalmente la variación interanual. Se trata del crecimiento entre trimestres más bajo desde 1995 (el último dato que permite comparar la serie de coyuntura). Respecto al mismo período del año anterior, la tasa se sitúa en el 1,6%, siete décimas por encima de la media española, lo que evidencia que el mal balance del conjunto del Estado permite a la comunidad mantener la convergencia incluso en un escenario de estancamiento.
Significa ello que, en solo seis meses, Galicia ha reducido su crecimiento a la mitad (del 3,2 del primero al 1,6 del tercero), lo que revela el frenazo.
El IGE difundió ayer un avance de datos en el que no se desglosa el comportamiento por sectores. La última información desagregada por ramas detalla que, con la excepción del empleo agrario -hay una vuelta de trabajadores de la construcción a sus explotaciones familiares-, el resto de actividades ha sufrido los zarpazos de la crisis, especialmente la industria y los servicios. El descenso de actividad de Citroën y sus industrias auxiliares tampoco permite trazar un panorama alentador. Pero desde la Xunta confían en que el recurso a la receta keynesiana -impulsar el gasto público para dinamizar el mercado en tiempo de crisis- permita reconducir la situación en el 2009. El bipartito centra sus esfuerzos en dar liquidez a las pymes y fomentar la inversión productiva.