Estados Unidos vivió ayer la mayor quiebra de su historia inmobiliaria, después de que el segundo propietario de centros comerciales del país, General Growth Properties, presentara ante un juzgado de Nueva York la declaración de bancarrota, tras haber sido incapaz de alcanzar un acuerdo con los acreedores para reestructurar su deuda, cifrada en 27.300 millones de dólares (unos 20.700 millones de euros). «Hoy nos vemos obligados a recurrir al artículo 11 de la ley de quiebras», aseguraron en un comunicado los responsables de la empresa, que en noviembre pasado ya advirtió a sus accionistas sobre la posibilidad de tener que declararse en quiebra después de que muchos de sus acreedores rechazaran los acuerdos de refinanciación de deuda propuestos por la firma.
Meses después, la situación se agravó ante la negativa de algunos bancos a renegociar los préstamos concedidos a General Growth, a pesar de que la compañía contaba con la liquidez necesaria para hacer frente al pago de los intereses mensuales derivados de dichos créditos.
«Aunque hemos trabajado sin descanso en los últimos meses para afrontar los vencimientos de deuda, el colapso de los mercados de crédito ha hecho imposible que lográramos refinanciarnos fuera del capítulo 11», confirmó ayer el consejero delegado de GGP, Adam Metz, quien aseguró que antes de presentar la solicitud de quiebra, la empresa había intentando vender sin éxito algunos de sus activos más valiosos.
Una vez consumada la bancarrota, los directivos de General Growth aseguran ahora que están abiertos a nuevas posibilidades de negocio y que explorarán todas las opciones posibles para conseguir que los miles de empleados de la compañía conserven sus puestos de trabajo. Una de las salidas que estudian los propietarios de GGP es la venta del grupo empresarial a su rival Simon Group Inc, que ya habría presentado una oferta por la empresa.
Financiación
Además, y según coincidieron en señalar varias fuentes, la firma habría obtenido el compromiso del fondo Pershing Square Capital Management, propietario del 25% de su capital, para proporcionarle financiación por valor de 375 millones de dólares. Una noticia que, sin embargo, no logró evitar una nueva caída de las acciones del grupo, que acumulan una pérdida del 97% en el último año.
La caída de un imperio
Fundada en 1954 en Chicago por los hermanos Martin y Matthew Bucksbaum, GGP se convirtió en la segunda empresa especializada en la gestión de centros comerciales más importantes de Estados Unidos tras absorber en el 2002 al grupo Rose Cos, en una operación valorada en 14.200 millones de dólares. En la actualidad, la compañía posee unos 200 centros comerciales repartidos en 44 estados. Todo un imperio que, sin embargo, no ha sido suficiente para eludir la bancarrota: las deudas -de 27.300 millones de dólares-superan al valor de los activos, que ronda los 27.000 millones de dólares.
Los analistas se preguntan ahora si la caída de este mastodonte es un fuerte coletazo de una crisis inmobiliaria que empieza a tocar fondo, o si es un eslabón más en la cadena de quiebras y colapsos que se viven en este castigado sector.