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El Gobierno decide abrir el 75% de la costa gallega a la eólica marina

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

Las grandes empresas del sector no tienen Galicia entre sus objetivos para los parques «off shore»

21 abr 2009 . Actualizado a las 14:20 h.

Los ministerios de Industria y Medio Ambiente deshojaron la polémica margarita de la eólica marina. Tras dos años de discusiones, el resultado final deja a Galicia con amplias posibilidades de acoger molinos en el mar, una moda estrenada en el Reino Unido, y cuestionada por los ecologistas, que al menos en teoría permite aprovechar mejor el viento. El 75% del litoral galaico podría adoptar ahora este sistema. Los departamentos que dirigen la gallega Elena Espinosa y Miguel Sebastián hicieron público ayer el mapa eólico marino. La sola posibilidad de que las costas gallegas acabasen albergando estas plataformas off shore desató hace un año una agria polémica política y suscitó la unánime oposición del arco parlamentario autonómico. Por ahora, el Ejecutivo ha hecho oídos sordos a las advertencias de la Xunta y ha abierto la posibilidad de plantar aerogeneradores en las costas gallegas. El mapa establece tres áreas: una roja, de prohibición integral; otra amarilla, que permite eólica marina, pero condicionada por una serie de filtros; y una tercera en verde, idónea para explotar este tipo de energía alternativa. En el caso gallego, Industria y Medio Ambiente han puesto en rojo (prohibición expresa) las bandas litorales de Vigo a la Costa da Morte, donde los molinos no podrán ocupar las láminas de agua que usan los buques como corredores. Entre estos dos puntos quedará protegida la costa, pero se abre la posibilidad de acoger eólica marina a escasos 200 metros de tierra (zonas amarillas). Por el norte, las franjas de protección (rojas) son mucho menores y se admiten molinos a relativamente poca distancia de la costa, aunque siempre condicionados. Y entre Foz y Asturias, la costa será especialmente receptiva con estos aerogeneradores marinos. Es la única franja verde gallega (de eólica directa). Compañías energéticas de toda España han puesto en conocimiento del Ministerio de Industria proyectos capaces de instalar cerca de 3.000 kilovatios de potencia en el mar. El único que ha sido tramitado está en Cádiz (parque eólico de Trafalgar) y lleva más de 5 años esperando una autorización oficial. En Galicia ninguna empresa presentó proyectos concretos, aunque la firma Norvento, participada por Caixa Galicia, estudió durante años esta posibilidad y llegó a sugerir alguna alternativa en el área de Carnota. En cuanto se publique en el BOE el mapa aprobado ayer en Madrid, las empresas podrán presentar sus anteproyectos. Si un promotor realiza una solicitud se abrirá un procedimiento de concurrencia en el que se primará la renuncia a una parte de las primas del sector. Un comité de valoración elegirá la mejor oferta, que requerirá de un proyecto definitivo sometido a informes técnicos y ambientales por todos los organismos competentes (incluida la comunidad autónoma). El proceso de autorización funcionará después como con los parques en tierra.