«Hubo gente que se había metido a una hipoteca y de la noche a la mañana se encontró con la bofetada»
ECONOMÍA
«Un buen proyecto». Eso es lo que le pareció a Natalia Martín la oferta de Stream, una empresa que ofrecía soporte técnico a Jazztel desde A Coruña. La plataforma comenzó a funcionar con 300 trabajadores, entre los que estaba esta joven que ahora trabaja para Atento, también en A Coruña. Las condiciones que le había ofrecido Stream eran un contrato de obra hasta el 2009 con una opción de prórroga. El problema es que la compañía Jazztel acabó deslocalizando el servicio a Argentina en el 2006. Aquel «buen proyecto» que les habían ofrecido se desmoronó.
«Al principio todo era normal, pero luego vimos en una página web que estaban buscando para hacer el mismo trabajo de soporte técnico en Argentina. Eso implicaba que iban a llevar el trabajo al otro lado del océano». Aquella era una primera prueba que les hacía sospechar. La joven hizo una copia del comunicado que aparecía en la Red y lo envió por correo electrónico a los encargados de la empresa. Ellos lo desmintieron, aunque el margen de engaño fue escaso porque pronto saltó a la luz la verdad. «Anunciaron la deslocalización y empezaron las movilizaciones en la plaza de María Pita, en A Coruña», explica.
Pese a todo, ella supo irse a tiempo. «Ya no acabé el fin de la obra. Abandoné el trabajo unas semanas antes de que dieran a conocer los despidos», comenta. Pero no estuvo tiempo en el paro: «En Atento había mejores condiciones, hice un seminario de reciclaje y ahí estoy». Sobre la historia que rodeó el traslado de Jazztel subraya que «hubo los que habían pedido un crédito porque contaban que la obra durara hasta la fecha marcada. Del día a la mañana se toparon con la bofetada».