Los primeros pasos de la industria gallega en el sector aeronáutico de aparatos no tripulados ya están dados.
La firma viguesa Tekplus ensamblará en diciembre el prototipo de la primera aeronave híbrida de avión y helicóptero sin piloto de España, o lo que es lo mismo, el HADA (helicóptero adaptativo avión). Se trata de un proyecto del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), dependiente del Ministerio de Defensa, que cuenta con una financiación de 12 millones de euros, en cuyo desarrollo están implicadas las 24 principales empresas españolas del sector asociadas en un consorcio.
Aportaciones
Marcos carrera, director gerente de Tekplus, estima que el ensamblaje del prototipo demostrador del aparato se realizará a finales de este año, en el polígono industrial de O Porriño. Carrera explica que la principal aportación del HADA es que será la primera aeronave capaz de cambiar su morfología durante el vuelo, para despegar y aterrizar en vertical como helicóptero, y desplegar las alas y emprender el vuelo en horizontal como avión. La intención del Gobierno es destinar el aparato a la vigilancia de fronteras y costas cuando esté operativo, en el 2010.
El padre del proyecto, el ingeniero aeronáutico Manuel Mulero, afirma que el HADA «está dotado de la instrumentación precisa para transmitir imágenes, posición y trayectoria de objetivos en tiempo real». Entre sus múltiples ventajas, destaca que «hará posible un vuelo de crucero de alta eficiencia en menos tiempo y con un tercio menos de combustible».
Misión de vigilancia
El primer prototipo de este helicóptero híbrido no tripulado podrá soportar una carga de entre 50 y 150 kilos y tendrá una autonomía de 3 a 6 horas. «Podrá emplearse, por ejemplo, en misiones de vigilancia de costas y fronteras, prevención de contrabando, tráfico de armas o infiltración de terroristas», asegura Mulero.
Además de la participación en el programa HADA, Tekplus participa en otros proyectos del sector de aviones no tripulados, una actividad a la que, según explica Marcos Carrera, se destina la mayor parte de la inversión de la firma tecnológica.
No es la primera vez que Galicia participa en un proyecto nacional de aviación no tripulada. Empresas de la comunidad colaboraron a finales de la década de los noventa en el desarrollo del SIVA (sistema de vigilancia aérea no tripulada), más conocido como avión espía, cuyo fracaso fue reconocido por el propio Ministerio de Defensa.