Feijoo ve improvisada cualquier valoración sobre la fusión de las cajas gallegas antes de conocer su estado financiero
ECONOMÍA
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, rehusó ayer hacer cualquier valoración sobre un eventual proceso de fusión de las dos cajas gallegas antes de conocer el estado financiero de las entidades. «É un tema dunha enorme trascendencia para Galicia, que ten que ser meditado polo Goberno, e polo Goberno coas caixas e cos axentes sociais», aseguró Feijoo.
A preguntas de los periodistas durante el acto de celebración del primer aniversario de la toma del Pazo de Baión (Vilanova), Feijoo aseguró que, mientras no dispongan de los datos oficiales del Banco de España, «calquer pronunciamento sería unha improvisación».
Efectos negativos
Las declaraciones se produjeron tan solo un día después de que, el miércoles, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, advirtiese en un acto público de los posibles efectos negativos de la unión de las entidades gallegas. «Si se fusionan Caixanova y Caixa Galicia, tendrán que cerrar un porrón de sucursales y poner en la calle a muchísima gente porque en la misma acera tienen sucursales las dos y, en cambio, si se fusionan con una caja de Baleares o Canarias, no tendrán que cerrar sucursales ni poner a gente en la calle», sentenció Rajoy.
El presidente popular, que aseguró que veía bien la fusión entre las andaluzas Unicaja y CajaSur, se mostró contrario a que se puedan vetar operaciones de concentración entre entidades de distintas comunidades autónomas.
Despolitización
«Algo tan serio como la reestructuración del sector bancario no se puede hacer con criterios políticos, ni al albedrío de un dirigente, sea del partido que sea, ya que deben funcionar únicamente razones económicas», aseguró Rajoy, que apostó en Málaga «por una despolitización mayor» en la actividad de las cajas.
El presidente del PP destacó que la máxima prioridad para su formación en este momento es que «vuelva la calma y haya tranquilidad y certidumbre en el sistema financiero» y señaló que, a pesar de que apoyaron las dos grandes normas del Gobierno para el sector, non concuerdan en muchos aspectos con la posición del Ejecutivo, y volvió a insistir en que considera «absurdo que en el siglo XXI, en un mundo global, haya quien pueda vetar que una caja de una comunidad se pueda fusionar con otra».