Galicia ha sucumbido a la moda de las rebajas perennes. Atrás quedaron los años en los que los consumidores estaban obligados a esperar a fin de temporada para hacerse con los saldos que, con suerte, tardarían un año en estrenar. Este mismo mes, los outlet -tiendas con productos de campañas anteriores- que hay diseminados por Galicia pondrán a la venta ropa de invierno, a la par que las tiendas tradicionales. ¿Las diferencias? Que las últimas estrenarán colección mientras las primeras repondrán el stock de la campaña del ya pasado 2008. Eso sí, los menos preocupados por las tendencias se podrán beneficiar de una horquilla de descuentos que van del 30 al 70%, en función de las prendas y el éxito de los saldos. Y ahí radica buena parte de su éxito y de la expansión que están teniendo estos recintos.
Aunque no existe un censo oficial de outlet en Galicia, donde conviven grandes superficies especializadas en ofertas con pequeños establecimientos multimarca, lo habitual es que sean las propias firmas las que regenten sus tiendas-descuento. Las razones, según apuntan los responsables comerciales de las grandes marcas gallegas, son principalmente dos. «Por un lado, porque en estas prendas los márgenes de beneficio son muy reducidos por el descuento que tienes que aplicarles. Si se la tienes que vender a un cliente, sería todavía menor», explica uno de ellos. El segundo es la competencia que establecerían con las tiendas multimarca a las que venden su producto de temporada.
Tirón entre firmas gallegas
Por este motivo, son cada vez más las grandes firmas del textil gallego que saldan los restos de anteriores colecciones en los outlet. Adolfo Domínguez y Roberto Verino son dos de las cadenas nacidas en la comunidad que cuentan con una importante red propias de tiendas con descuento.
Pero también otras firmas de menor tamaño, como Selmark, Toypes, Florentino o Caramelo, han apostado por la moda de las rebajas. Esta última tiene seis outlet entre su red de tiendas, entre España y Portugal: dos en Madrid, uno en su fábrica de A Coruña, otro en Sevilla, uno en Tui y el último en Oporto. Estos dos últimos dentro de centros comerciales especializados en ofertas que exigen a las marcas un descuento mínimo del 30%.
Y es que la necesidad obliga. La crisis económica -que se une a la crisis que arrastra el textil desde la apertura de las importaciones asiáticas- ha provocado un descenso de hasta el 20% de las ventas de las principales marcas. Un género al que hay que dar salida con el mayor beneficio posible. «Lo normal es que se derive entre un 5 y un 20% del total de prendas en los outlet , depende de cada firma», señala el responsable comercial de una textil. Otro porcentaje se salda en páginas de Internet como BuyVip o Privalia, «que además te dan un toque de exclusividad porque funcionan por invitación», comenta la misma fuente.
Lefties, el «bajo coste» de Zara
La fiebre de los outlet no ha encendido solo a las firmas más afectadas por la crisis. Un gigante como Inditex, el primer grupo mundial en ventas textiles, también ha lanzado su propia campaña low cost a través de la enseña Lefties, una red de establecimientos en los que salda ropa de anteriores temporadas.
La crisis ha sido el empujón definitivo para la expansión de la marca, que en Inditex todavía no consideran cadena independiente. De la apuesta de la multinacional por el bajo coste da muestra el ritmo de aperturas de Lefties, que cuenta ya con 90 tiendas en cuatro países (España, Francia, Portugal y México). Muchas de ellas eran antiguos Zara, que se han reconvertido para eliminar duplicidades en la red y responder a las nuevas preferencias de sus clientes. Entre ellos, el clásico establecimiento de la calle Torreiro en A Coruña, hoy uno de los ocho Lefties que tiene Galicia.
El grueso de la mercancía que se puede comprar en ese establecimiento corresponde a saldos de temporadas anteriores de Zara y «en casos aislados de otras cadenas», señalan desde la multinacional. Otra pequeña partida corresponde a una línea diseñada específicamente para esta cadena, aunque siempre con precios en consonancia al resto de productos: desde pantalones a cuatro euros hasta abrigos por 40.