Los ecologistas gallegos aplauden la paralización del concurso eólico

ECONOMÍA

Denuncian que el bipartito quería eludir normas ambientales de la UE y piden un nuevo plan para el sector

12 ago 2009 . Actualizado a las 21:07 h.

La Federación Ecoloxista Galega le dio ayer el visto bueno a la paralización del concurso eólico que la Xunta del PP firmó la semana pasada. El colectivo entiende como una «boa nova» el freno que el equipo de Feijoo ha puesto al proceso para repartir 2.390 megavatios, un concurso que «o anterior Goberno da Xunta quixo repartir aproveitándose de resortes legais do Plano Eólico da era Fraga, e polo que se permitía que setenta e oito parques eólicos non fosen sometidos á normativa europea de avaliación estratéxica ambiental», denuncia la organización en un comunicado.

El documento fue aprobado ayer por la comisión permanente de la Federación Ecoloxista Galega, en la que están representadas 17 organizaciones conservacionistas de adscripción política cercana a la izquierda, y que opera desde hace 19 años. Esta misma organización ya pidió la suspensión del concurso cuando este daba sus primeros pasos, en marzo del 2008. Y por dos veces solicitó la dimisión de quien fuera conselleiro de Industria, el nacionalista Fernando Blanco, como responsable «da maior e mellor planificada agresión ambiental ao conxunto do país».

«A concesión eólica pretendida pola anterior consellería, liderada polo BNG, no caso de se consumar acadaría un grao de impacto ambiental e paisaxístico que sorprendería e incluso horrorizaría á maioría dos galegos no caso de comprobar os seus efectos sobre o territorio e que se sumaría ao xa creado durante a era Fraga e que tanto criticara o BNG», dice el comunicado de la federación gallega.

El documento va acompañado de una serie de peticiones para que se derogue el actual plan eólico -vigente desde la anterior etapa del PP- y se apruebe uno nuevo que «respecte as montañas e o patrimonio natural e cultural galego», que contemple expresamente las áreas de exclusión (Camino de Santiago, Red Natura...) y que funcione con un «principio de cautela», de forma que cada concesión eólica se acompañe de una ubicación alternativa «menos prexudicial» para el medio.