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El mercado castiga al C4 Picasso y obliga a Citroën a suprimir al menos 700 empleos en Vigo

ECONOMÍA

La bajada de producción tendrá un impacto laboral similar al cese del turno de noche

23 feb 2010 . Actualizado a las 14:06 h.

La dirección de PSA Peugeot Citroën de Vigo confirmó ayer a los trabajadores que la esperada bajada de la producción del monovolumen C4 Picasso de cinco plazas -anticipada a principios de año por el director Pierre Ianni- ya está encima y que la medida llega acompañada de una reducción de plantilla que obligará a suprimir al menos 700 puestos de trabajo eventuales.

Empresa y representantes sindicales se reunieron ayer y volverán a hacerlo a finales de esta semana para evaluar en su justa medida el impacto del ajuste sobre el empleo. La propia dirección de Vigo está pendiente de que la multinacional francesa confirme la cadencia de producción, aunque incluso los sindicatos más moderados cuentan con un descenso de fabricación del 25 % en la línea de los monovolúmenes Picasso.

Esto se traduce, por la información avanzada en el encuentro de ayer, en un ritmo de actividad que pasará de 53 vehículos por hora (producción actual) a 35 o incluso 30 unidades por hora. Esta brusca bajada, que ha sido calificada por UGT en un documento interno como «una caída histórica de la cadencia», podría tener un impacto sobre el empleo todavía peor al estimado, según avanzaron ayer los representantes sindicales consultados. «Si la producción cae hasta las 30 unidades por hora, podríamos estar hablando de un coste de 900 empleos», explicó un portavoz del comité de empresa.

La propia dirección de la factoría reconoció ante los representantes de los trabajadores que la reducción de empleo será «similar» a la aplicada a principios del 2009 cuando la multinacional se vio obligada a suprimir definitivamente el turno de noche de la línea del C4 Picasso, una medida que dejó a 900 trabajadores sin empleo.

Supresión de eventuales

Al igual que hace un año, los perjudicados por el ajuste serán los empleados eventuales, que integran un colectivo integrado ahora mismo por 1.600 operarios, tras haber quedado reducido prácticamente a cero a principios del 2009, como consecuencia de la bajada de la producción registrada en el primer tercio del año, en el que la fábrica llegó a estar parada varias jornadas.

En aquel momento, la crisis de la demanda de coches afectó también a la línea de montaje de vehículos comerciales (Peugeot Partner y Citroën Berlingo). En esta ocasión, sin embargo, el sistema que ensambla las furgonetas continuará con su volumen de fabricación de 1.800 unidades al día, una realidad que «constata el fuerte desequilibrio existente entre las dos líneas de producción», explican los representantes sindicales.

¿Qué le pasa al C4 Picasso? Las explicaciones dadas ayer por la dirección de Citroën al comité de empresa contextualizan la bajada de las ventas prevista para este modelo en el marco de la caída general del mercado de vehículos altos de gama y monovolúmenes, algo que constatan las estadísticas mensuales, ya que es el único segmento que perdió ventas en enero, pese a las ayudas (un 18% en España) junto con los coches de lujo, que siguen también a la baja (un 10%).

La situación es la misma en el mercado europeo, con el agravante de que los principales países de destino de la producción de Citroën, como Francia, Italia y Alemania (en donde las ventas ya han vuelto a caer un 4% en enero), han suprimido las bonificaciones a la compra.

Víctima de la crisis

A todo esto se suma el hecho de que el C4 Picasso es un modelo «maduro», según las explicaciones que ayer Citroën facilitó a sus sindicalistas, y con un coste superior a la media de los vehículos preferidos por los consumidores en tiempos de crisis. Y por si esto fuera poco, el monovolumen fabricado en Vigo cuenta con una decena de competidores dentro de su gama, como el Seat Altea, el Volkswagen Touran o el Opel Zafira.

Además de la bajada de producción y de plantilla a partir del mes de abril, la dirección de la factoría de Vigo confirmó ayer que durante el mes de marzo la planta parará dos días, que se dedicarán a formación de los operarios y serán considerados como jornadas de trabajo. «Estos dos días servirán para adecuarnos a la nueva cadencia de producción», explican los representantes sindicales.