Standard & Poor's coloca la deuda helena al nivel de bono basura y rebaja dos escalones la calificación de la lusa
28 abr 2010 . Actualizado a las 09:45 h.La tragedia griega se representa ya en todos los escenarios españoles. Mientras la crisis de la República Helénica se adentraba ayer en una nueva e inquietante fase, después de que Standard & Poor's colocase la deuda del país al nivel de los bonos basura, los inversores, llevados por el miedo, dejaron de lado cualquier miramiento y decidieron meter en el mismo saco a España, Irlanda y Portugal, los tres miembros de la zona euro que comparten con Grecia el cartel de países con graves problemas fiscales.
La decisión de S&P deja a Grecia a los pies de los caballos. Solo la buena voluntad de sus socios ?-y Alemania no parece precisamente dispuesta a dar facilidades- y los 45.000 millones de euros prometidos la pueden salvar de la bancarrota. Al equiparar la calificación de la deuda helena con la de un bono basura, S&P ha cercenado en la práctica cualquier posibilidad de acudir a los mercados para financiarse. Con su nota, Standard & Poor's está lanzando una advertencia: existe una posibilidad elevada de que quienes han comprado bonos griegos no cobren. Para hacerse una idea de lo que implica ser como un bono basura basta saber que muchos grandes inversores -fondos de inversión y de pensiones- tienen prohibido invertir en activos que tengan esa nota, porque se considera especulación pura y dura.
No fue el único zarpazo que asestó ayer Standard & Poor's. Portugal, a la que la agencia le rebajó dos escalones la calificación (de A+ a A-), fue la otra víctima.
Aunque es cierto que la credibilidad de las agencias de calificación ya no es lo que era, después de que no vieran venir la quiebra de Lehman Brothers o los problemas de Dubái, por poner solo dos ejemplos, la noticia disparó ayer todas las alarmas en las mesas de operaciones. Y España pagó muy caras sus similitudes, ciertas o no, con Grecia y Portugal. Tanto es así que el Ibex encajó la segunda mayor caída del año, del 4,19%, un castigo solo superado por los que sufrieron las bolsas griega (6%) y lusa (4,69%).
En casa, constructoras, concesionarias y bancos se llevaron la peor parte. Y como muestra dos botones: Sacyr retrocedió más de un 7% y el Popular, más de un 6%.
No fueron mejor las cosas en el mercado de deuda. El riesgo país de España escaló hasta un nuevo récord histórico, por encima de los 110 puntos básicos. Y mientras, los seguros de impago se aupaban por encima de los 200, algo nunca visto. En el caso de los griegos, el coste de asegurar diez millones en deuda era de 827.000 euros, mientras que a Portugal se le exigían 370 puntos básicos, un nivel equiparable al de Letonia.