En respuesta al BNG sobre su compromiso con Galicia antes de asumir la presencia española de la UE.
24 jun 2010 . Actualizado a las 02:13 h.«Es un tema muy difícil. Se lo debo decir con toda sinceridad». Esa fue la única explicación que dio ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la posibilidad de que la Unión Europea levante el veto a la construcción de buques civiles que impuso a los astilleros de Navantia en Fene tras las ayudas públicas recibidas por parte del Estado. El jefe del Ejecutivo eludió enumerar las gestiones concretas que el Gobierno ha realizado sobre este asunto durante los seis meses de presidencia española de la Unión Europea, tal y como le demandó durante el debate celebrado en el Congreso el diputado del BNG Francisco Jorquera.
El propio Zapatero se había comprometido antes de iniciarse la presidencia española de la Unión Europea a hacer todo lo posible para lograr ese levantamiento. Ayer, a seis días de que concluya su mandato, se limitó a señalar la complejidad de ese objetivo, pero añadió que eso «no supone que haya una renuncia definitiva».
Aunque el presidente aseguró ayer que ha hablado personalmente «en más de una ocasión» con la Comisión Europea sobre este asunto, el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, reconoció a La Voz de Galicia que desde el inicio se sabía que la Comisión rechazaba rotundamente la posibilidad de que Navantia recuperara la construcción de buques civiles en Fene. López Garrido aseguró además, que así se lo transmitió al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en una reunión previa a la presidencia española. «Es difícil conseguir los objetivos que quiere y que sé que en Galicia tienen un respaldo considerable y suponen una expectativa», le dijo ayer Zapatero a Jorquera, aunque, según añadió, «esto no quiere decir que hayamos puesto el punto final».
«No ha cumplido su palabra»
Las explicaciones del presidente no dejaron satisfecho al diputado del BNG, que acusó al Gobierno de haber incumplido los compromisos que asumió con Galicia en el inicio de la presidencia. «Soy gallego, y en Galicia la palabra dada vale más que un contrato firmado, y usted no ha cumplido la palabra», llegó a espetarle Jorquera a Zapatero. Recordó al presidente el acuerdo adoptado por el propio Congreso en el último debate de la nación en el que se instaba al Gobierno a negociar en Europa el fin del veto a Fene.
Aseguró que el Gobierno no solo no ha hecho nada por Galicia en estos seis meses, sino que «ni siquiera lo intentó» y se limitó a «dar por buenas las resistencias iniciales» del comisario de la Competencia, el socialista Joaquín Almunia. Recordó también que la UE autorizó ayudas públicas a los astilleros polacos de Gdansk mientras en España «con una tasa de paro del 20% resulta que Repsol tiene que encargar la construcción de sus gaseros a Corea».
El diputado nacionalista extendió además las críticas al presidente del Ejecutivo a todos los demás asuntos que afectan a Galicia en Europa, como el de la reforma del sector lácteo, apoyada también unánimemente en el Congreso. «Si el balance global de su presidencia ha sido totalmente decepcionante, qué decir de los asuntos que formaban parte de la agenda gallega», insistió el portavoz del BNG.