Encierros, acampadas con huelga de hambre y cortes de carreteras nacionales conforman el grueso de las medidas de presión de los trabajadores de las cuencas mineras del Bierzo,
14 sep 2010 . Actualizado a las 00:32 h.El impago de los salarios por segundo mes consecutivo y el futuro incierto del carbón explican la escalada de protestas de los mineros de Castilla y León. Encierros, acampadas con huelga de hambre y cortes de carreteras nacionales conforman el grueso de las medidas de presión de los trabajadores de las cuencas mineras del Bierzo, norte de León y Palencia. Mientras el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, aseguraba este lunes en Oslo que las empresas debían pagar las nóminas atrasadas, los mineros se manifestaban para pedir una solución inmediata que despeje el horizonte del sector, amenazado por la supresión de las ayudas en 2014.
Cuatro mineros iniciaron en Ponferrada una acampada ante las oficinas de Uminsa, la empresa de Victorino Alonso propietaria de la mayor parte de las explotaciones mineras de la región. Los empresarios justifican el retraso en la falta de transferencia de las ayudas del Gobierno. Pero las excusas de la patronal no convencen a los trabajadores. Su hartazgo es mayor ante el temor de que la Unión Europea no permita los incentivos al consumo del carbón autóctono, tal como pretende el Real Decreto que regularía este sector energético hasta 2014. Cualquier empleado maneja con naturalidad los argumentos que defienden los sindicalistas: continuidad de las ayudas al sector carbonífero y «comercio justo» en el caso de competir con otras zonas del mundo exportadoras.
«El carbón que viene de importación se produce en países tercermundistas, donde se explota a mujeres y niños, sin dignidad en el trabajo», afirmó Miguel Ángel Menéndez, uno de los cuatro mineros que, después de instalar la tienda de campaña, inició una huelga de hambre indefinida en plena ciudad berciana.
Miguel Ángel, de 37 años de edad, es un ejemplo de los más de 3.000 mineros que en el norte de la comunidad castellano-leonesa defienden la extracción del carbón porque no existe, hoy por hoy, ninguna otra alternativa al «monocultivo». Además, subrayan que las condiciones han cambiado porque se respeta al máximo el medio ambiente en las actividades mineras. «A mi hijo de 13 años le he dicho lo de la acampada, pero no sabe que voy a hacer una huelga de hambre», añadió este minero, que tiene otro niño de 7 años de edad.
«Laciana, levántate y lucha», reza uno de los lemas que exhiben los operarios.
Si en la comarca del Bierzo los ánimos siguen encrespados, en la montaña palentina todos los municipios viven con intensidad las medidas de protesta que mantienen los mineros. Doce días llevan encerrados 50 trabajadores en Velilla del Río Carrión. Permanecen juntos a 500 metros de profundidad, con apenas 16 grados de temperatura y una humedad insoportable, que registra baremos del 80 por ciento. «La mina nos está matando», claman los mineros desde el interior de un pozo perteneciente a Unión Minera del Norte, que lleva por nombre «El abuelo». Inevitablemente los periodistas que visitan el lugar elegido para el encierro rememoran la letra y el sentido de la canción interpretada por Víctor Manuel sobre la tragedia en las minas. En esta ocasión, el drama que viven estas personas es laboral, pero provoca una asfixia tan angustiosa como los gases que respiran cuando horadan las entrañas de la tierra.
Cortes de autovía
Mientras los 50 mineros -con edades comprendidas entre los 19 y los 44 años- soportan condiciones extremas en el interior de la montaña de Palencia, en los municipios próximos sus compañeros y familiares decidieron visibilizar el malestar con movilizaciones en varios municipios.
En Carrión de los Condes varias decenas de personas cortaron durante una hora la autovía A-231 (León-Burgos), provocando retenciones a lo largo de la autovía del Camino de Santiago. Los cortes de carreteras también se produjeron a lo largo del día en la A-6 (Madrid-La Coruña), a su paso por la localidad leonesa de Bembire y en la N-630. La Guardia Civil de tráfico optó por desviar la circulación por carreteras comarcales para salvar los puntos de la Ruta de la Plata y otras vías afectados por las movilizaciones de los mineros. «Si el miércoles no conseguimos una respuesta satisfactoria, seguiremos», advirtieron los mineros, en referencia a la reunión con el Ministerio de Industria.