Los convocantes aplauden el «éxito» de un paro que la patronal ve «un fracaso»
ECONOMÍA
Los piquetes bloquearon las vías a los polígonos en una jornada con 19 detenidos que se desinfló por la tarde
30 sep 2010 . Actualizado a las 13:38 h.La primera huelga general del Gobierno de Zapatero (séptima en todo el Estado) registró en Galicia un seguimiento desigual por sectores, por territorios y hasta por franjas horarias, porque la movilización empezó con cierto tirón por la mañana, pero se desinfló por la tarde, coincidiendo con el fin de las manifestaciones.
Para los convocantes, la jornada fue «un éxito», con un 82% de trabajadores secundando el paro (un 70% para toda España), y más de 110.000 participando en las marchas de las ocho ciudades, según cálculos de agentes locales. CC.OO., UGT y CIG (estos últimos por separado) elevan esa participación por encima de los los 176.000.
La patronal rebajó sensiblemente ese dato. Según la Confederación de Empresarios, el seguimiento rondó el 20%. Fue «un fracaso». La Administración se limitó a cifrar el impacto de la huelga en los trabajadores dependientes de la Xunta. Según la Consellería de Presidencia, 85 de cada 100 empleados de la función pública gallega acudieron a su puesto. Faltaron un 9,9% de los trabajadores en la sanidad; un 19% en los juzgados; y 8,7% en educación. Funcionaron sin problemas los servicios mínimos.
Para el conjunto de España, el seguimiento entre los funcionarios también fue bajo: menos de un 10%, según el Gobierno central; un 6%, en Galicia. Hasta los sindicatos asumieron que en esa área no se había logrado implicación. «Son o garbanzo negro desta folga», reconocían representantes de la CIG.
Paro en los polígonos
No se logró el paro en la Administración, pero sí en los grandes parques industriales de Galicia. O, lo que es lo mismo, en el corazón empresarial de la comunidad. Los casos más singulares fueron Sabón (Arteixo), Pocomaco y A Grela (A Coruña), Tambre (Santiago), A Gándara (Ferrol), Río do Pozo (Narón), O Ceao (Lugo), San Cibrao y Pereiro (Ourense). La acción de los piquetes desde las seis de la mañana propició ese cierre. Se cerraron los accesos a los principales polígonos y ciudades: la autovía de Madrid en Vigo y Alfonso Molina en A Coruña. Hubo barricadas y quema de neumáticos y contenedores en Vigo, Ferrol, A Coruña y Santiago. En la ciudad olívica, Citroën echó el cierre durante toda la mañana, igual que el puerto.
La huelga llegó a la primera multinacional española, a una de sus líneas de trabajo, Zara Logística. De madrugada un piquete bloqueó la salida de camiones y uno de sus almacenes, el de Stradivarius, se vio seriamente afectado por el paro. Otra firma internacional, Ikea, también cerró un tiempo ante la presencia de sindicalistas. La refinería de Repsol operó con servicios mínimos. En Ferrol la actividad se detuvo en los astilleros. También falló la recogida de basura en las dos grandes ciudades y la actividad fue mínima en Alcoa.
Entre las grandes firmas que no secundaron la convocatoria, Finsa en Santiago, Jealsa en Boiro y Ence en Pontevedra.
Cierre temporal
En A Coruña el paro afectó a las oficinas centrales de cajas y bancos. Y uno de los símbolos comerciales, El Corte Inglés, se clausuró por primera vez en una huelga general. Fue temporal, como en casi todo el comercio gallego, que ya había manifestado su intención de subir la verja. Así fue, salvo en Ferrol, donde su apertura fue testimonial. Solo la presencia de piquetes o el paso de las manifestaciones llevó a echar el cierre. La situación se repitió en los centros comerciales.
Otro dato: el consumo eléctrico llegó a caer un 20%. Donde no hubo sorpresa fue en el transporte. No operaron autobuses ni trenes, y entre los aeropuertos solo lo hizo Lavacolla. La jornada se cerró con 19 detenidos, por pintadas, enfrentamientos con la policía o quema de materiales.