El Nobel de Economía confiesa que votó a Obama para la presidencia de los EE.?UU., pero se muestra crítico con su gestión y no oculta cierta decepción con sus políticas fiscales
-¿Obama le ha decepcionado?
-Un ejemplo: las altas tasas de desempleo ya estaban presentes antes de que Obama llegara al poder. Pero lo que sí me decepciona es que esas tasas permanezcan igual de elevadas después de todos estos meses. También me ha decepcionado su política fiscal.
-¿No comparte el incremento de la presión fiscal?
-Lo que me decepciona es que Obama ha adoptado una actitud hostil incluso hacia los negocios. A Obama le gusta decir que va a resolverlo todo incrementando los impuestos de los ricos y que la gente de la clase media no va a tener que pagar, pero eso no va a ser posible. Si fuera así, lo que va a conseguir es castigar a la gente de éxito, y eso es lo último que debería hacer.
-¿Cuál es la presión fiscal adecuada en un momento de crisis?
-La idea general es que en época de recesión lo más adecuado no es incrementar los impuestos. Pero hay que manejar el déficit y a veces es necesario hacerlo. Nadie quiere la inflación, entonces no queda más remedio que poner más impuestos. Lo mejor sería una especie de tarifa única en los impuestos, con exenciones para la gente realmente pobre, pero por encima de cierto nivel hay que mantener las tasas de los mayores contribuyentes hacia abajo. Creo que uno de los motivos por los que EE.?UU. ha ido por delante de Europa en los últimos 20 años es porque nuestros impuestos más altos son menos elevados que en Europa.
-¿EE.?UU. saldrá antes de la crisis? ¿Aumentará la brecha con Europa?
-En estos momentos todos estamos sufriendo la depresión: asiáticos, europeos, americanos, el club de los países ricos (Japón, Alemania, EE.?UU. ...), todos estamos bajando juntos.
-¿Entonces EE.?UU. no va a tirar de la recuperación europea?
-No, porque EE.?UU. nunca ha impulsado a nadie. Cualquier economía pude crecer en un sistema de libre mercado. ¿Por qué no puede hacerlo España?