La Eurocámara advierte del riesgo de desabastecimiento si la situación deriva en el cierre masivo de explotaciones
16 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El precio del ganado en la lonja no para de bajar, pero, aunque parezca contradictorio, eso no significará que la carne sea más barata en el supermercado, sino todo lo contrario. Esa es la conclusión a la que ha llegado el Parlamento Europeo, que en una resolución aprobada por el pleno advierte contra el peligro de que el derrumbe de los precios del ganado en origen tenga «graves consecuencias» en el abastecimiento alimentario de la Unión Europea. La crisis en la cotización del ganado, causada en gran parte por la subida que han experimentado en los últimos meses los precios del pienso y de los cereales, se ha hecho notar especialmente en Galicia, donde a principios del mes pasado las reses de menos calidad llegaron a pagarse a 1,6 euros en la Central Agropecuaria de Galicia en Silleda. «La crisis actual en el sector ganadero puede conducir a una reducción significativa de la producción de carne en la Unión que podría tener graves consecuencias no solo para los precios, sino también para la seguridad alimentaria», advierte la resolución, firmada por eurodiputados de los cinco grandes grupos, entre ellos las españolas Esther Herranz (PP) e Iratxe García (PSOE), y que salió adelante por mayoría en el pleno del jueves pasado. Rentabilidad El mecanismo que, según la Eurocámara, haría que los precios de la carne se dispararan se basa en la escasa o nula rentabilidad que obtienen los ganaderos, que podría llevar al cierre a muchas granjas. Y el consiguiente descenso de la oferta derivaría en un alza de los precios al consumidor. «La viabilidad de un gran número de explotaciones ganaderas en la Unión Europea se encuentra en la actualidad seriamente amenazada por una combinación de factores», señala la Eurocámara, que recuerda también que los ganaderos europeos deben cumplir estrictas normas medioambientales y sanitarias que incrementan «considerablemente» sus costes de producción, y que les sitúan «en desventaja competitiva frente a los productores de terceros países» que no están sometidos a esas mismas reglas aunque vendan su carne a Europa. Por eso, el Parlamento exige a la Comisión Europea que introduzca «sin demora» mecanismos de mercado «eficientes y flexibles en el sector de la ganadería», para poner freno «a la volatilidad de los precios y a la especulación». «Aos gandeiros galegos hai que pagarlles un prezo digno para vivir», afirmó ayer la portavoz del BNG en Bruxelas, Ana Miranda, quien ocupará un escaño en la Eurocámara en el 2012, y quien defiende que la reforma de la Política Agraria Común (PAC) adopte «medidas específicas» para el sector ganadero. Por su parte, Esther Herranz abogó por que la nueva PAC articule «tanto medidas de mercado como otras iniciativas destinadas a evitar, entre otros perjuicios, que los modelos de producción intensiva que respetan las normas medioambientales de la UE se vean penalizados por el futuro régimen de ayudas». Iratxe García también reclamó «mecanismos de gestión eficiente» y «medidas contra la especulación en los precios de las materias primas».