La subida de los cereales dispara el precio de los concentrados alimenticios hasta un 30%
18 ene 2011 . Actualizado a las 10:57 h.Empieza mal el año para los productores lácteos gallegos. El fuerte incremento experimentado por las cotizaciones de los cereales en los mercados internacionales ha disparado hasta un 30% el precio de los piensos. Ello ha supuesto otro golpe para las ganaderías que no cubren sus costes con lo que perciben por cada litro de leche que entregan a la industria. De hecho las subidas de apenas 3 céntimos registradas por el precio de la materia prima en origen, durante el último trimestre del año, apenas han servido para cubrir la subida aplicada a los concentrados alimenticios.
Dependiendo de la formulación de cada mezcla, el incremento medio de cada kilo de alimento se sitúa entorno a los 4 céntimos, si bien algunos fabricantes han optado por repartir esta subida en varias mensualidades. Más gravoso ha sido el aumento experimentado por aquellos piensos elaborados con altos porcentajes de materias nobles como la cebada, la soja o el maíz ,que han visto cómo su precio se encarecía hasta en siete céntimos. Desde el pasado mes de junio, el precio de la cebada en origen se ha multiplicado por dos y ha llegado a alcanzar un máximo de 220 euros. Otro tanto ha sucedido con la soja o con el trigo, que ha pasado de pagarse a 140 euros a los 260 euros que llegó a marcar la pasada semana.
Esto ha propiciado que sea posible encontrar concentrados destinados a vacas de alta producción con precios que alcanzan los 38 céntimos, 7 por encima del valor medio percibido por una explotación, el pasado mes, por cada litro de su leche.
La especulación parece ser la causa de este repunte de precios. «No parece claro que haya motivos objetivos para esta subida tan radical más allá de la especulación propiciada por grandes grupos de inversión que se han refugiado en el mercado de las materias primas. En algunos cultivos incluso se esperan cosechas más abundantes que en años precedentes», apuntan fuentes del mercado, que matizan que la mayoría de los fabricantes no están repercutiendo en el precio final de su producto la totalidad de la subida de las materias primas.
Los ganaderos están optando por cambiar la composición de sus piensos para reducir el precio y con ello mejorar sus resultados. Solución que puede suponer un riesgo de pérdida de calidad para las explotaciones. «No es lo mismo elaborar un producto con soja o maíz que con aceite de palma, girasol o colza. Entre un pienso y otro hay diferencias de precio pero también de calidad, extremo que no debiera ser descuidado por las granjas. A veces lo barato acaba saliendo caro», apunta Guillermo Pazos, veterinario. También opina así Germán González, presidente de Piensos Alborés. «Sabemos dos riscos que supón a reformulación do pienso, pero tamén que nesta situación ningunha explotación pode facer fronte ao custo do concentrado», apunta. La ración media de una vaca frisona de alta calidad oscila entre los 8 y los 12 kilos de pienso diario. Ello supone destinar al menos diez litros de la producción de cada animal (prácticamente la mitad) solo para cubrir este gasto.