El 2010 acabó con 2.383 millones de superávit y 1.000 menos en ingresos
20 ene 2011 . Actualizado a las 09:41 h.En plena efervescencia del debate sobre la reforma de las pensiones, el Ministerio de Trabajo desveló ayer que la Seguridad Social es la única Administración pública que todavía puede presumir de superávit en España, después de tres años de crisis. La otra cara de la moneda llega al tamizar las cifras. El sistema cerró el 2010 con un saldo positivo de 2.382,97 millones de euros. Pero la cifra es un 72% inferior a la del 2009. Y de no haber sido por los 2.660 millones ingresados por los intereses del fondo de reserva de las pensiones, el año se habría liquidado con 278 millones de déficit.
A esa hucha de las pensiones, activa desde el año 2000, le quedan todavía cerca de 65.000 millones de euros, que por ley están invertidos en deuda pública y que el pasado año generaron en intereses 600 millones de euros más de lo esperado.
Al margen de que retrasar la edad de jubilación sea o no la mejor de las soluciones para reequilibrar el sistema, lo que no ofrece lugar a dudas es que la crisis lo ha cambiado todo. En el 2010, la Seguridad Social ingresó 122.484 millones de euros, 1.043 menos de lo previsto. Y se gastó 120.101 millones, 550 más de lo que había calculado como necesario.
Se ingresó menos porque la sangría del paro mermó considerablemente las cotizaciones de los trabajadores (se recaudaron 1.220 millones menos que en el 2009). Y se gastó más por los cerca de 400 millones que el Estado se ha visto obligado a pagar a sus jubilados por la desviación de la inflación, lo que elevó la nómina de las pensiones contributivas hasta los 95.714 millones de euros.
El secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado, precisó que a este superávit de 2.383 millones se le sumará el resultado del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) y el Fogasa, por lo que los datos en términos de contabilidad nacional podrían ser ligeramente inferiores. Afirmó también que este colchón financiero de la Seguridad Social amortiguará el déficit del resto de Administraciones. El Gobierno confía en que cerrará el 2010 con un déficit menor a la previsión de inicios del año (6,7%). Y en que esa desviación a la baja corrija en parte los excesos de las autonomías, comprometidas ante Bruselas a no superar el 9,3% de déficit.