Entidades anglosajonas, de Brasil y Japón, ante el juez González-Carreró en A Coruña
07 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La sala de vistas del Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña se quedó ayer pequeña para acoger a las dos decenas de abogados y procuradores que comparecieron ante el juez para resolver uno de los incidentes concursales pendientes en el inagotable proceso de insolvencia de Martinsa-Fadesa. Hubo exceso de maletas en la sala (la mayoría de los letrados llegaron en vuelos a primera hora desde Madrid o Barcelona) y escasez de togas y sillas, por lo que los abogados subieron por turnos al estrado.
Pablo González-Carreró, el juez, veía una demanda de los administradores concursales de la compañía que reclama el reintegro del contrato de financiación del 7 de mayo del 2008, un crédito sindicado que revisaba las condiciones de otro, concedido un año antes, que sirvió a Martinsa para lanzar su opa sobre Fadesa. La Administración concursal, representada ayer por Antonia Magdaleno, considera que el contrato del 2008 debe ser rescindido «porque solo beneficia a una de las partes, la banca, y va en detrimento de la masa y del resto de acreedores».
Los administradores señalan que las garantías aumentaron respecto a la financiación anterior, que no hubo inyección económica y se trató de «una mera prórroga». Y creen que el contrato es rescindible porque incluía condiciones de difícil cumplimiento por parte de la compañía y porque, además, los prestamistas conocían la difícil situación de Martinsa-Fadesa y del mercado inmobiliario. Entre las condiciones de la refinanciación estaban una ampliación de capital de 350 millones de euros y la obtención de un crédito del ICO por valor de 150 millones.
La administración concursal alcanzó ya en el 2009 acuerdos transaccionales con las entidades financieras nacionales que participaron en el pool, y está a punto de cerrarlos con Morgan Stanley, National Westminster Bank y Royal Bank of Scotland (RBS), entre los prestamistas extranjeros.
Pero a esos acuerdos se resisten el Shinsei Bank japonés, el Itaú Bank brasileño y el fondo de inversión internacional JER Valencia. «No tenemos por qué transar, nuestra situación es distinta a la de la banca nacional, ni siquiera estábamos en la primera financiación, y la refinanciación, con la legislación actual, sería inatacable», insistieron.
Fueron ellos quienes solicitaron un interrogatorio a Fernando Martín (que excusó su presencia) y un informe pericial para demostrar que el contrato de refinanciación de mayo del 2008 no perjudicó a la empresa, que apenas dos meses después entró en concurso. Ayer comparecieron los peritos Antonio Rueda y Ramón Tamames. El economista y ex diputado dijo que las garantías solicitadas eran las adecuadas y que el contrato se firmó en un contexto inmobiliario «grave, pero no catastrófico». Explicó Tamames que el ICO no concedió el crédito «para no tener al día siguiente una cola de solicitantes», y terminó abonando las tesis del demandante al reconocer problemas de viabilidad de la empresa sin ese crédito. La administración concursal acusa a la banca de que el objetivo era mejorar sus posiciones «con privilegios bien anclados y garantías» ante una posible entrada en concurso.
Contrato intercréditos
Los administradores quieren además que se anulen cláusulas del contrato intercréditos (el que firmaron los bancos acreedores entre sí), con lo que no están de acuerdo tampoco Morgan Stanley, Westminster Bank y RBS, aunque sí «sorprendentemente» (para la banca foránea) parte de las entidades nacionales. Los letrados de la banca extranjera hicieron notar también la contradicción entre la demanda que se vio ayer y el reciente informe de calificación del concurso, declarado fortuito.
El juez deberá resolver ahora la demanda. Si falla a favor de los demandados, estos pueden ejecutar las garantías -en suspensión cautelar- lo que pondrían en apuros a la compañía que salió del concurso hace apenas unas semanas.
«Todos conocían la situación de la empresa y, sin ICO, las expectativas eran igual a cero»
Antonia Magdaleno
«El contrato de refinanciación fue un esfuerzo honesto para salvar la compañía»
Antonio Rueda
«Las garantías de mayo del 2008 pueden ser nulas por tomadas dos meses antes del concurso»
José Luis Sastre