Elena Salgado reconoce que la economía española sigue «en el punto de mira» de los mercados.
27 jun 2011 . Actualizado a las 21:23 h.La incertidumbre reina en los mercados a la espera de conocer el desenlace del drama griego. Atenas se juega su futuro y, mientras tanto, los inversores prosiguen su castigo a la deuda soberana de los países periféricos. Este lunes, nada más abrir el parqué, la prima de riesgo española sufrió otro embate; el enésimo. El diferencial entre el coste que paga España en sus bonos a diez años y el que soporta Alemania se fue hasta los 293 puntos básicos, rondando la peligrosa barrera psicológica de los 300 puntos. Poco después, la distancia se atenuó hasta quedar en los 279,9 puntos al cierre del mercado. Aún así, la prima de riesgo se sigue moviendo en máximos desde la entrada en el euro y evidenciando que España no ofrece a los inversores las garantías que éstos demandan.
La ministra de Economía, Elena Salgado, se refirió al rápido repunte (el viernes el ratio cerró en 284 puntos básicos) para reconocer que el país sigue «en el punto de mira». Incluso llegó a insinuar que se pueda alcanzar o superar de forma ocasional ese límite de los 300 puntos que, no significa otra cosa que pagar un 3% más que Alemania por la deuda a largo plazo.
España sigue sometida a «muchísima tensión», explicó Elena Salgado en RTVE. Sin embargo, la ministra descartó que el problema se desboque, y auguró que la prima de riesgo debería caer a niveles más bajos. Como así hizo, por obra también de un pequeño encarecimiento de la rentabilidad alemana. Al tiempo, la vicepresidente económica recordó que las subastas que realiza el Tesoro tienen muy buena acogida en el mercado y que en muchas ocasiones la demanda multiplica por cuatro la oferta.
Salgado afirmó que España ni está ni va a estar «al límite» de ningún rescate financiero. E insistió en que sus colegas europeos no le han mostrado inquietud alguna por esta posibilidad en las muchas reuniones celebradas recientemente al calor de la crisis griega.
Confianza
La ministra achacó la presión a los problemas que atraviesa la economía helena y subrayó que «Europa tiene tranquilidad respecto de las reformas que estamos llevando a cabo».
Sobre las reiteradas peticiones de más y mayores reformas lanzadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Salgado relató que el Gobierno abordará ahora cambios de segundo orden, como los referentes a los horarios comerciales o la reducción de algunas trabas administrativas. Un mensaje que aleja cualquier posibilidad de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sorprenda en el debate sobre el estado de la Nación, que comienza hoy, con alguna nueva medida de calado.
En el resto de países periféricos la suerte fue desigual. Italia e, incluso, Grecia bajaron sus diferenciales respecto a Alemania.
No sucedió así en Portugal e Irlanda, donde sus respectivas primas de riesgo se movieron al alza. El Ibex 35 -el mejor en toda Europa- subió un 0,6%, hasta los 9.872 puntos.
En una jornada de dientes de sierra e indefinición, el selectivo español terminó decantándose por las compras a la apertura de Wall Street y, sobre todo, gracias al anuncio del presidente francés de que la banca gala apoyará el plan de rescate griego. Los mejores valores fueron Bankinter (remontó un 1,92%), Ferrovial, OHL y BBVA.
Entre los grandes, Telefónica avanzó un 0,65%; Santander, un 0,53%; Iberdrola, un 0,44% y Repsol, que remontó un 0,32%.