Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

NCG se juega con el banco una obra social que generó 25.000 empleos

S. Vázquez, M. A. Rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

En los últimos diez años, la inversión superó los mil millones de euros

11 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La caída o el mantenimiento de la obra social de Novacaixagalicia a partir de la creación del futuro banco sigue siendo una incógnita. En gran medida, dependerá de la valoración que en los próximos 18 días se haga de la caja y de su peso final en el futuro NCG Banco. En esta negociación contra el reloj, Galicia se juega el 1,5 % de su PIB.

Y es que la obra social de la actual caja (antes Caixanova y Caixa Galicia) ha generado entre los años 2000 y 2010 un total de 903 millones de euros en el producto interior bruto de la comunidad autónoma. En ese tiempo las inversiones acometidas, que superaron mil millones de euros, permitieron crear 25.000 empleos directos, a un ritmo medio de siete diarios.

Para el 2011, la caja destinó a su obra social un 22 % del beneficio neto del año pasado, 32 millones de euros, que se añadieron a los 55 ya consignados. En total, 87 millones que convierten a la caja en el mayor agente social de la comunidad autónoma. Pero lo habitual entre los años 2000 y 2009 fue destinar un 31,4 % de sus beneficios a este fin. NCG es propietaria desde su obra social de 97 centros en toda Galicia. De ellos 41 están cedidos a diferentes asociaciones y colectivos, desde Cáritas o la Real Academia Galega, hasta oficinas agrarias o centros de día. De los gestionados por la caja, un 20,3 % son de uso cultural, un 29,6 % formativos y un 48, 1 % sociales.

¿Está en peligro este mecenazgo? En realidad, los recortes dependerán del peso que la caja mantenga en el banco. De ahí la importancia de la negociación abierta entre la propia entidad, el FROB, los futuros inversores privados y la Xunta de Galicia.

Aportaciones

Novacaixagalicia aportará a NCG Banco un volumen de capital de 1.714 millones de euros y un activo total de 75.773. En función de que la caja sea tasada entre un 15 y un 25 % de su valor en libros, estas cantidades representarán entre un 9,4 y un 14,9 % de la futura entidad. Ese será el porcentaje que la caja obtendrá anualmente, pero no respecto a los beneficios, sino en dividendos. ¿Suficiente para mantener el ritmo inversor en la obra social? Depende.

Pese a que el banco nacerá recapitalizado, con una inyección del FROB de 2.465 millones de euros, que situarán su capital principal en un 10,45 % y el coeficiente de solvencia en un 15,67 %, lo cierto es que los primeros años serán de austeridad. Es posible que, pese a la existencia de beneficios, la dirección estime oportuno seguir destinando un alto porcentaje de los mismos a reservas y repartir así un menor dividendo.

La caja (y por tanto su obra social) vivirán de su participación en esos dividendos y el peligro de recorte parece evidente. Mantener el nivel inversor implicará que el beneficio del banco aumente respecto al actual de la caja, y que la dotación para reservas no consuma la mayor parte del mismo.

Para compensar estas posibles diferencias, la caja aplicará un plan de austeridad en su funcionamiento, recortando sensiblemente sus órganos de dirección y ajustando sus costes. Se calcula que solo en el mantenimiento de los órganos de gobierno se ahorrará un 78 %.

Para comprender la importancia de la obra social, basta un repaso a los datos del 2010. Ese año se invirtieron 83,2 millones, y se programaron 7.500 actividades socioculturales, que afectaron al 90 % de los municipios gallegos y contaron con 4,3 millones de asistentes y beneficiarios. Y durante el primer semestre del 2011, NCG desarrolló 3.387 actividades socioculturales. El grueso de la obra se concentra en proyectos dirigidos a fomentar el empleo y promover el desarrollo económico de Galicia, así como las iniciativas de ayuda a los colectivos más afectados por la crisis.

4,3 millones

Beneficiarios de la obra social de NCG en el 2010

Se invirtieron 83,2 millones y se programaron 7.500 actividades que afectaron al 90 % de los municipios gallegos