La Dirección General de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, dependiente del Ministerio de Economía, ha hecho público el desistimiento de un proceso de adjudicación con el que pretendía gastarse en plena crisis más de 600.000 euros para regalar cestas de Navidad entre sus trabajadores. La renuncia se hizo pública el pasado martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y permite así al departamento de Elena Salgado sortear un asunto espinoso, que podría convertirse en un escándalo a las puertas de las elecciones del 20 de noviembre.
El Gobierno central hizo pública esta controvertida licitación el pasado 2 de agosto. Por un importe de 638.750 euros se ofertaba la contratación y suministro de 1.825 lotes navideños para los trabajadores, es decir, que a cada uno se le regalaba en alimentos, bebidas y dulces casi 350 euros en un contexto de paro, de bajada de sueldos y, por primera vez en la historia reciente, de congelación de las pensiones. Los regalos estaban destinados a los 1.825 empleados que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tiene repartidos entre sus instalaciones de Madrid y de Burgos.
En el pliego de condiciones del contrato se incluía que las cestas deberían contar con quesos, embutidos, vinos, licores y dulces navideños. El oferente estaba incluso obligado a garantizar un jamón ibérico de recebo de un peso no inferior a los 7,2 kilogramos, con una curación mínima de 24 meses. El lote debía incluir, además, chorizo y salchichón ibérico, queso de oveja, un Rioja de reserva de 1998, blanco del Penedés y dos botellas de cava de máxima calidad.
La Fábrica de Moneda forma parte del grupo de las 79 entidades y sociedades mercantiles del Estado, y recibió el pasado año en fondos del Gobierno 81,5 millones para el personal y otros 128 para gastos no especificados. A 31 de diciembre del 2010, según el BOE, la sociedad acumulaba una deuda a corto plazo de 38,8 millones. La Fábrica de Moneda y Timbre se encarga de la confección y emisión del dinero.