PP, PSOE y BNG instan a reinvertir los fondos en acciones del nuevo banco
27 oct 2011 . Actualizado a las 11:15 h.Después de más de tres semanas jugando al gato y al ratón para esquivar las responsabilidades en las millonarias indemnizaciones que recibieron los exdirectivos de Novacaixagalicia (NCG), las tres fuerzas políticas del Parlamento gallego decidieron ayer formar un frente común para reclamar la «anulación ou revogación» de los acuerdos del consejo de administración de NCG que permitieron abonar más de 28 millones de euros brutos a cuatro ejecutivos al abandonar la entidad. El acuerdo aprobado por PP, PSdeG y BNG también reclama que los fondos, una vez recuperados, se destinen a la compra de acciones de Novagalicia Banco, la entidad heredera de las cajas fusionadas, donde hoy el Estado controla el 93?% del capital.
El pacto unánime alcanzado en O Hórreo se produce a instancias de una iniciativa del PSdeG-PSOE, refundida con una enmienda del PP. El BNG se sumó al consenso y únicamente el líder socialista, Pachi Vázquez, estuvo ausente, por «motivos persoais», según comunicaron en su grupo de la votación en la que se exigía la devolución de las primas.
La Cámara también emplaza a la Xunta a tomar medidas para «garantir» que los nuevos directivos desarrollarán su actividad «con transparencia», hasta el punto de exigirle a la cúpula de Novagalicia Banco que haga públicas sus remuneraciones en el informe anual de la corporación, al menos mientras exista participación de fondos públicos en la entidad financiera.
Otros aspectos del acuerdo están dirigidos a promover la continuidad de la obra social de Novacaixagalicia, excluyendo de ella el gasto en inmuebles y alquileres de la fundación, o a evitar que puedan estar representados en la futura «fundación especial» personas que tengan responsabilidad directa en la desaparición de las cajas.
Un último punto, pactado por PP y PSOE, solicita al Estado que facilite la participación de los ahorradores gallegos en capital de Novagalicia Banco. El BNG se abstuvo al argumentar que eso supondría admitir la bancarización de las cajas.