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Arias Cañete: «Ya no hay camareros como los que teníamos»

Agencias

ESPAÑA

El dirigente popular ha ironizado sobre la cualificación de la mano de obra inmigrante durante un foro en el que ha tratado de argumentar la propuesta de Rajoy del «contrato de integración».

07 feb 2008 . Actualizado a las 22:39 h.

El secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, ha defendido la propuesta de un «contrato de integración» para emigrantes, por entender que los españoles «tenemos derecho» a pedir a los inmigrantes que se integren y, si no lo logran, vuelvan «voluntariamente» a sus países.

Arias Cañete ha argumentado así la promesa hecha ayer por el presidente del PP, Mariano Rajoy, de crear «un contrato de integración» para los inmigrantes por el cual éstos dispondrán de los mismos derechos que los españoles pero deberán comprometerse a «cumplir las leyes, aprender la lengua y a respetar sus costumbres».

El dirigente popular ha hecho estas declaraciones en un desayuno de trabajo del Foro Cinco Días, donde ha puntualizado que España es «el país más solidario del mundo» porque es el que más inmigrantes acoge, ya que el 10% de la población española es extranjera y esto supone un «esfuerzo tremendo» de acogida.

Ha advertido de que la mayoría de estos puestos los han ocupado personas poco cualificadas, poco formadas y con salarios muy bajos, que no han ayudado al aumento de la productividad ni a la «estabilidad» del Sistema de Seguridad Social.

El dirigente popular ha ironizado con el hecho de que ya es difícil encontrar un camarero como los de «antes» al que le encargues una larga comanda y sea capaz de memorizarla: «Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia».

Arias Cañete ha insistido en que la inmigración debe ser «ordenada» y consideró que hay dos tipos de inmigrantes: los que vienen, ganan dinero para llevar a sus países como «hicimos nosotros en otra época» y después se van, y los que se quedan para siempre en España.