Los vecinos del matrimonio no quieren opinar por miedo a las represalias de un hombre «obsesionado» con su pareja.
13 oct 2008 . Actualizado a las 19:40 h.Un hombre de 65 años y con antecedentes por maltrato fue detenido en la noche del domingo en la localidad valenciana de Albaida por la Guardia Civil después de fracturarle un brazo a su mujer y atrincherarse en su domicilio amenazando con hacer explotar una bombona de gas butano.
Los hechos sucedieron por la tarde cuando, tras una discusión familiar, el presunto agresor cogió un hierro y golpeó a su mujer el brazo izquierdo, fracturándole el codo. Posteriormente, la víctima se desplazó hasta el centro de salud de la localidad y dos de sus hijas se fueron a casa de un familiar. Fue su hermana, Dolores Carcelén, la que avisó a la Policía Local, que se personó en su vivienda para proceder a la detención del marido.
Al verse acechado por la Policía, el agresor se encerró en casa, se armó con un mechero y gritó a los cuatro vientos que pretendía hacer explotar la bombona de butano si alguien se atrevía a entrar para detenerle. Fue entonces cuando los agentes acordonaron la zona y desalojaron a los vecinos en un radio de 100 metros, avisaron a Bomberos, Guardia Civil, Protección Civil y una ambulancia, y al alcalde de la localidad, Juan José Beneyto, que se personó en el lugar de los hechos e inició el diálogo con él hasta que, sobre las 22 horas, el agresor accedió a que el edil subiera hasta el domicilio.
Una vez allí se produjo un forcejeo durante el cual Beneyto pudo reducir al agresor y sacarle fuera de la vivienda. Allí fue detenido y trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Xàtiva, donde paso la noche. En la mañana de hoy declaró en los juzgados de la ciudad setabense, donde también lo hizo su esposa.
«Obsesionado»
La mujer está a la espera de que los especialistas del Hospital de Ontinyent le digan si debe ser operada del brazo izquierdo donde, casualmente, han descubierto otra fractura de una paliza anterior que ella calló.
La hermana de la víctima asegura que hace 27 años que están casados y que, desde siempre, la ha maltratado física y psicológicamente. Fruto de esa relación, nacieron dos hijos de 26 y 24 años y dos hijas de 15 y 11.
Los vecinos afirman que no se llevan bien con él y muchos prefieren no opinar por el miedo a las represalias de un hombre alcoholizado que no trabaja y que está «obsesionado» con su mujer.
De hecho, aseguran que, cuando ella conseguía trabajo en alguna empresa de limpieza, «iba a molestarla», por lo que en la actualidad malviven de los Servicios Sociales de Albaida y de la pensión por enfermedad que tiene el agresor.
El alcalde recuerda que esta familia vive en un piso propiedad del Ayuntamiento y que recibe ayuda por parte de Bienestar Social.
Además, toda la familia recibe apoyo psicoterapéutico, alimentos y productos de primera necesidad para poder sobrevivir.