José Luis Rodríguez Zapatero se volcará en la campaña para las elecciones europeas del 7 de junio, pero menos de lo que la dirección del PSOE había previsto. El presidente del Gobierno ha decidido reducir su profusa participación en mítines y actos de partido, según fuentes gubernamentales, porque necesita atender cuestiones de política nacional, entre ellas el diálogo con los sindicatos. El esfuerzo de los socialistas tiene un objetivo mínimo: llegar, por lo menos, a los mismos índices de participación de las europeas del 2004 (45%), las de mayor abstención de la historia. No aspiran a convencer a los ajenos, pero sí a envalentonar a los propios con un mensaje agresivo.
La secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, presentó ayer un polémico vídeo electoral en el que se identifica a la derecha con posiciones extremas a favor de la pena de muerte, la imposición de una religión única, la homofobia, la negación del cambio climático, la sanidad privada y el despido libre. El vídeo -que ya podía visualizarse ayer en diarios digitales y blogs- será estrenado esta noche en Vallecas durante la tradicional pegada de carteles.