El PP pidió a Moratinos que convenza a Marruecos para permitir su regreso a El Aaiún
24 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Su voz es débil. Los nueve días en huelga de hambre comienzan a pasarle factura. Para Aminetu Haidar, el aeropuerto de Lanzarote se ha convertido en su limbo. Quiere regresar al Sáhara, pero España le ofrece dos alternativas, aceptar un pasaporte marroquí, o la condición de refugiada en España, pero a las dos se niega. «Me siento humillada con estas propuestas, yo no he llegado como refugiada, sino expulsada, contra mi voluntad, de mi propio país por parte del Gobierno ocupante del Sáhara Occidental», explica. Ella quiere que le devuelvan el documento que le quitaron, un pasaporte que fue fruto de la presión social e internacional.
Marruecos le concedió el pasaporte para salir en el 2006, lo que coincidió con la intifada saharaui y con la concesión de varios reconocimientos internacionales a Haidar. El documento, obviamente, era marroquí, una nacionalidad que ella rechaza. Y el 14 de noviembre, cuando regresaba de Nueva York tras recoger un premio, puso «saharaui» en la casilla correspondiente a la nacionalidad en el documento que exige Marruecos a toda persona que entre en su territorio. El Gobierno le retiró entonces el pasaporte, y le ofrece otro, pero con la condición de que rellene la solicitud en el consulado como una ciudadana marroquí.
España, por su parte, está dispuesta a concederle el estatus de refugiada, en un intento del ministro Miguel Ángel Moratinos por poner fin a un episodio que incomoda a la diplomacia española. «¿Es que tienen otra solución? Díganmela». De esta manera, el ministro solicitaba ayer en el Parlamento a los grupos de la oposición que aportasen ideas para solucionar el problema. Moratinos además se mostró irritado de que lo acusen de «promarroquí», y aseguró que ha dado «sobradas muestras» de defender al pueblo saharaui durante su trayectoria política.
El portavoz del PP en asuntos de Inmigración, Rafael Hernando, afirmó ayer que la actitud del ministro es «una vergüenza» y le ha pedido que convenza a Marruecos para permitir su regreso a El Aaiún. Además, censuró a Moratinos por haber aceptado la expulsión de Haidar de Marruecos y su entrada en España sin pasaporte, lo que calificó de ilegal.
Haidar, entretanto, mantiene la huelga de hambre en señal de protesta, solo bebe agua con azúcar. En El Aaiún aguardan con preocupación su regreso, sobre todo de sus hijos, de 13 y 16 años, de su madre y del resto de su familia.