José Montilla: «No habrá tripartito ni aunque las tres fuerzas sumemos la mayoría»

Todas las encuestas vaticinan un desastre histórico del PSC, pero José Montilla, el político tranquilo y sin carisma, se empeña en asegurar que todavía hay partido; por eso reclamaba un cara a cara con Artur Mas. El presidente catalán considera inasumible el concierto fiscal catalán similar al vasco que plantea Artur Mas y que este ha puesto como condición de futuros apoyos a Zapatero o a Rajoy después de las elecciones del 2012.

?¿Qué balance hace de sus cuatro años como presidente?

?Estoy satisfecho del trabajo hecho. Hemos transformado el país de pies a cabeza. Y, en gran medida gracias al nuevo sistema de financiación pactado con el Gobierno de Zapatero, hemos conseguido garantizar la prestación de los servicios públicos esenciales a una población que ha aumentado en más de un millón de personas los últimos años. Hemos sentado las bases para sacar el país de la crisis económica, de alcance global.

?Si el balance es tan positivo, ¿por qué descarta reeditar el tripartito? ¿No es una forma de reconocer que fracasó?

?El tripartito no ha fracasado. Al contrario, ha hecho un gran servicio al país. No obstante, ahora empieza una nueva etapa y se dan condiciones muy diferentes. Las propuestas que plantean los socios para los próximos cuatro años son inasumibles para mí y para mi partido. ERC, por ejemplo, en el 2006 apostaba por desarrollar el Estatuto dentro de la Constitución. Ahora exige un referendo de independencia para la próxima legislatura y apuesta por el concierto económico, igual que el líder de CiU, Artur Mas. Para mí, estas propuestas son inasumibles. No las comparto y están fuera del ordenamiento jurídico. Por eso digo que el tiempo del tripartito pasó. No habrá nuevo pacto ni tan siquiera si las tres fuerzas sumamos mayoría.

?¿Cree que Artur Mas pactará con el PP si lo necesita?

?Lo grave de Artur Mas es que tanto podría pactar con el PP, artífice de los ataques furibundos al Estatuto y a la lengua catalana, como con ERC, que exige un referendo de independencia. A muy poca gente le extrañaría que hubiera alguno de estos dos pactos. Esto demuestra que hay una clara conciencia de que los principios de CiU son, como mínimo, flexibles. El 28-N los ciudadanos deberán decidir entre un presidente que trabajará para una Cataluña próspera en el marco de una España que reconozca la pluralidad de sus pueblos, o un presidente dispuesto a votar que sí en un referendo para la independencia. Si quieren un presidente comprometido con el Estado del bienestar o si optan por un candidato que apuesta vehementemente por recortes sociales. Si quieren al frente del país a una persona que se ha hecho a sí misma y que está acostumbrada a plantar cara a los problemas, o si prefieren a un político que ha tenido una biografía fácil de despacho en despacho. ¿Nos parecemos más bien poco, no? Esa es la elección.

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