La red acababa de montar el mayor laboratorio de Europa
19 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Tres meses después de culminada la operación Guadaña, en la que se desmanteló la principal organización internacional de tráfico de cocaína vía contenedores, la Policía Nacional asestó un nuevo golpe al narcotráfico que afectó de lleno a la cadena de suministro, y distribución, de esta droga a la noche madrileña. Esta nueva operación, bautizada como Colapso, se saldó con la intervención del mayor y más sofisticado laboratorio de cocaína de Europa, cuando estaba a punto de entrar en servicio, con una dotación de 33 toneladas de precursores y 300 kilos de cocaína listos para su distribución.
Además de armas, 18 vehículos de lujo y 470 teléfonos móviles, en la operación se confiscaron dos millones de euros en efectivo y se bloquearon bienes y activos financieros por un importe total de 50 millones de euros. De momento van 25 detenidos ?entre ellos, dos abogados? y la lista no está cerrada.
Este golpe, asestado tras dos años de paciente y compleja investigación, se puso en marcha la madrugada del pasado día 7 con el asalto por los GEO del laboratorio ubicado en la localidad madrileña de Villanueva de Perales, intervención que se había saldado con cinco detenidos: los cuatro colombianos que instalaron el laboratorio y un español que custodiaba la finca en que se ubicaba, protegida con los más sofisticados sistemas de seguridad.
En la localidad madrileña de Sevilla la Nueva fue detenida además la pareja formada por David Vela Narro y Ana María Cameno Antolín, los presuntos responsables de la factoría. También cayeron los hermanos colombianos Néstor Mario y Carlos Mauricio Gutiérrez Ramírez, que eran socios de los dos anteriores y los suministradores de la materia prima.
Alianzas
En Madrid arrestaron a Lauro Sánchez Serrano, uno de los amos de la noche madrileña que oficialmente se gana la vida como empresario de hostelería, con varios restaurantes, bares de copas y gimnasios. Lauro, también oriundo de Colombia pero con nacionalidad española, es un viejo conocido de la policía por su presunta vinculación con el clan de los Miami.
Según fuentes conocedoras de la investigación, el año pasado hizo varios intentos de importar directamente la coca que distribuía, organizando varios transportes vía contenedor, pero ninguno prosperó. El último fue abortado cuando iba a salir de Venezuela. Para organizar estas importaciones fallidas realizó varios desplazamientos a Galicia para contactar con potenciales transportistas.
Locales hosteleros
Su última baza, según las aludidas fuentes, fue aliarse con Ana María Cameno, hasta entonces una de sus competidoras. Uno de los activos de Lauro era la red de locales de la noche madrileña que controla y en los que facilitaría la distribución de la droga. Para esta tarea, contaba con los hermanos David y Raúl Suárez Smith, propietarios de un taller en Paracuellos del Jarama. La banda poseía además una compleja infraestructura de pisos de seguridad y caletas para la ocultación de la droga practicadas en armarios de doble fondo a las que solo se podía acceder activando sofisticados mecanismos.
En la operación, que sigue abierta en la parte de blanqueo, intervinieron diez unidades policiales especializadas.