
Pero la operación Colapso no se limitó a la detención de los traficantes. En realidad, la investigación empezó hace un par de años, tras el asesinato a la puerta de la discoteca madrileña Heaven ?frente al Teatro Real? de Catalin Stefan Craziun, alias Cata, lugarteniente de la banda de Ivo el Búlgaro, que supuestamente había participado en un secuestro con fines de extorsión en Gandía.
En la defensa de los implicados en esos sucesos estaba el letrado madrileño Roberto Rodríguez Casas, que es uno de los 25 detenidos en esta operación, junto a su hermano, también abogado, y el resto del personal de su bufete.
Su equipo ha quedado en libertad con cargos, tras declarar ante el juez Torres, titular del Juzgado número 32 de Madrid, pero él sigue en el penal de Valdemoro, en prisión incondicional sin fianza.
Todo indica que tiene cárcel para rato. Según fuentes conocedoras de la investigación, sería el encargado del lavado del dinero de la banda que presuntamente lideraba Lauro Sánchez, su cliente de toda la vida.
Para tal fin montó una sociedad financiera que tiene la sede social en su propio despacho profesional, al igual que otra media docena de sociedades, de la mayoría de las cuales es administrador único.
Según personas de su entorno, a través de esa sociedad financiera habría comprado un banco en Panamá, por el que habría pagado inicialmente tres millones de euros y más recientemente otros tres.
Fuentes conocedoras de la operación, que no desmintieron ese dato, se limitaron a señalar: «Lo estamos investigando». Las pesquisas judiciales han sido declaradas secretas y todo apunta a que va para largo.