Pons dice que su mandato alumbrará un millón de pequeños empresarios nuevos
08 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Uno de los tres ejes de la campaña electoral del PP será «no prometer lo que no se puede cumplir». Hecha la precisión, el dirigente Esteban González Pons anunció que uno de los objetivos de Mariano Rajoy es crear 3,5 millones de puestos de trabajo en la próxima legislatura y que el camino para hacerlo será la irrupción de un millón de nuevos empresarios en el mercado de trabajo. El empleo, subrayó, será «la prioridad» de su mandato; el resto es «secundario».
El comité electoral del PP se reunió ayer con los coordinadores regionales y provinciales para ultimar la estrategia para el 20-N. Pons resumió en tres los pilares: «Austeridad, transparencia y no prometer lo que no se pueda cumplir». Y a continuación dijo: «Aspiramos a crear tres millones y medio de puestos de trabajo, pero para eso hay que crear un millón de empresarios». El portavoz se refería al fomento de la actividad de los emprendedores para que se conviertan en pequeños creadores de empleo. Rajoy anunció el lunes que si llega a la Moncloa bajará los impuestos a este sector para estimular su actividad.
Pons explicó que las herramientas para alcanzar esa meta tienen que ser las facilidades fiscales para la gestación de empresas, en especial a las pequeñas, y «la aparición de más autónomos». Todo ello requiere, abundó, una redistribución de los impuestos para que se reactive la actividad económica. Así, señaló, estos son los mimbres con los que trabajan los expertos de su partido para diseñar una reforma de la fiscalidad si es que Rajoy gana las elecciones. Una reforma, precisó, que no busca «recaudar más» sino repartir mejor los esfuerzos fiscales y estimular la competitividad. Pons no dio más detalles. Apuntó que la formación política que mejor puede acometer esa tarea es el PP, un partido «experto en crear puestos de trabajo» y «solucionar crisis». Como lo hizo, recordó, Aznar entre los años 1996 y 2004.
Pero para ponerse manos a la obra el PP tiene que ganar antes en las urnas, y ganará, en palabras de González-Pons, «quien consiga trasladar a los españoles que representa el cambio». Un mensaje, dijo, que su partido puede transmitir mejor que el PSOE, porque los populares «tenemos un gran candidato y detrás un gran partido», mientras que los socialistas tienen con Rubalcaba «un candidato que no tiene detrás un partido».
Un divorcio que, a su juicio, queda patente con el lema electoral elegido por el PSOE, «Rubalcaba sí». Pons apuntó que el subconsciente engañó a los socialistas, porque la lectura siguiente es «Zapatero no». O quiere decir, se preguntó el portavoz, que «Rubalcaba sabe hacer lo que Zapatero no sabe hacer». «¿Y si sabía qué había que hacer para salir de la crisis por qué no lo hizo en el Gobierno? ¿Y quién asegura que lo hará en el futuro?» En resumen, dijo, «uno no se puede fiar» de los socialistas ni de su candidato.
Cercanía frente a televisión
El portavoz explicó además que la campaña de su partido será «moderada y de centro», con algunas novedades respeto a las anteriores. Los actos sectoriales, por ejemplo, «van a tener más peso» que los grandes mítines, también estará más basada en «la cercanía» a los ciudadanos que «en la televisión».
Una estrategia similar a la del PSOE, que anunció que los grandes actos políticos de Rubalcaba se podrán contar con los dedos de la mano y que, en cambio, pondrá el acento en las reuniones de pequeño tamaño.
En el cambio insistió la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que consideró que «el principal adversario» del candidato del PSOE no es siquiera Rajoy sino «su pasado. «La principal enmienda al programa de Rubalcaba -dijo- es el propio Rubalcaba».