ifícilmente un votante del PSOE o del BNG se podría sentir hoy engañado si ambas formaciones reeditan sus alianzas después del 22-M tras veinte años de ententes. La democracia es en España el triunfo de la matemática y, mientras la ley se mantenga en los mismos términos, el PP seguirá desairado y sus contrincantes contando con una baza de enorme valor en comunidades como la gallega. Ahora bien, una cosa son los pactos, y otra el despropósito de las bicefalias.
Un alcalde, dos bastones de mando
La imagen de concellos con un alcalde y un pseudoalcalde (su socio de gobierno), de asesores y jefes de prensa duplicados y de peleas publicitarias para exaltar los logros de cada parte resulta inasumible para las arcas municipales e inaceptable para una parte de la ciudadanía. Touriño y Quintana pagaron en su día en las urnas por los excesos que después mimetizaron algunos alcaldes. ¿Habrá de nuevo castigo el 22-M?
«Prestige», nueve años después
El Prestige arribó ayer de nuevo a Muxía. Pachi Vázquez desembarcó en la localidad con el acuerdo del parador prometido tras la catástrofe aún calentito. Vázquez puso la decisión del Consejo de Ministros del viernes como ejemplo de su compromiso con la zona. Olvidó aludir al tiempo transcurrido: nueve años para construir un hotel de 80 habitaciones no es un exceso. No. Es una eternidad.