En los últimos ocho años, en Ares no se registró un sólo euro en concepto de sanciones de tráfico. Esto significa que la Policía Local no impuso ni una multa por estacionamientos indebidos o por conductas poco cívicas al volante. Consciente de que la normativa viaria se incumplía constantemente en el Concello, el actual grupo de gobierno decidió coger el toro por los cuernos y ejecutar una medida conocida de antemano como «poco popular». Se trataba de retomar la actividad sancionadora de los guardias municipales para disuadir a los conductores de dejar el coche en doble fila o bloqueando un vado, entre otras situaciones que se habían convertido en habituales en el caso urbano.
Para evitar que la medida se tomara de manera drástica, el Concello lanzó el pasado verano una campaña informativa para concienciar a los infractores. Mediante unos folletos, los policías locales anunciaban a los conductores que incumpliesen alguna de las ordenanzas reguladoras de tráfico del Ayuntamiento de Ares sobre el artículo en cuestión que infringían, además de la sanción económica que supondría de ser multados.
Los boletines
La citada campaña tuvo una duración de un mes, tras la que los agentes municipales desempolvaron los boletines de denuncias para castigar a aquellos que incumpliesen la norma. Y desde entonces, el Concello ha tramitado ante la Dirección General de Tráfico en torno al centenar de multas, lo que se traduce en unos 6.000 euros.
No obstante, desde el Ayuntamiento se matizó que esta medida no se realiza con afán recaudatorio, ya que los ingresos no se quedan en las arcas municipales, sino que van a parar a Tráfico.
Turistas y visitantes
Además, el grueso de las sanciones se registraron en los meses del verano, coincidiendo con la mayor afluencia de turistas y visitantes a la villa de Ares que llenaron de automóviles el pueblo. Mientras que los propios aresanos parecen haber acatado las normas con respeto y las sanciones se redujeron considerablemente.