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Memoria de los naufragios vividos en aguas de la ría

R. Loureiro

FERROL

Alejandro Anca publica en Embora su estudio sobre los accidentes marítimos

03 ene 2008 . Actualizado a las 10:55 h.

A modo de pórtico, el libro incluye un fragmento de las Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. Un párrafo en el que el capitán Nemo le explica a Aronnax su particular relación con el mundo: «Señor profesor, yo no soy lo que usted llama un hombre civilizado. He roto por completo con la sociedad; los motivos sólo a mí me incumben. En consecuencia, no me hallo sometido a ninguna de sus reglas... ¡y le exhorto a que no las invoque jamás en mi presencia!». Así abre Alejandro Anca Alamillo (Madrid, 1968) las puertas del libro que ahora publica en la editorial Embora, Naufragios y accidentes de buques de guerra en la ría de Ferrol (1892-1969) . Un volumen en el que dirige una vez más su mirada hacia la historia de unas aguas cuyos buques han sido, para la ciudad entera, mucho más que barcos: verdaderos símbolos de una manera de vivir y de toda una época. O de varias épocas, si así lo prefieren...

«Esta mi segunda incursión por los diferentes sucesos marítimos que han tenido como escenario la ría de Ferrol -explica el propio autor, en el texto de presentación de su obra-, viene motivada por la gran curiosidad que despierta en mí todo lo relacionado con la historia marítima de la ciudad, que me ha llevado a recopilar en este nuevo trabajo todos los acaecimientos que de este signo han tenido como protagonistas a los buques de guerra entre los años de 1892 a 1969».

Sobre el autor

El autor de esta obra recién llegada a las librerías, miembro del Consejo Asesor de la Fundación Letras del Mar, vocal de la Asociación de Veteranos de la Armada y miembro correspondiente de la Real Academia del Mar, advierte también de que «la primera precisión que debemos hacer es que hemos incluido algún que otro suceso marítimo acaecido en realidad en aguas muy próximas a la abra de la ría de Ferrol, pero que por su indudable interés hemos considerado pertinente su tratamiento». Y anota además que «quizás a primera vista se pueda caer en la falsa impresión de que se narran sucesos tratados con anterioridad con mayor o menor acierto por otros autores», pero que está convencido de que «esa posible inicial desilusión se transformará en agradable sorpresa cuando (el lector) descubra -subraya- los novedosos datos que aporto y tenga por primera vez conocimiento de otros de los que nada se sabía hasta la fecha». Mientras tanto, en el prólogo, Eliseo Zaera destaca del libro que «con el telón de fondo de un duro trabajo de investigación, consulta, entrevista, búsqueda de documentos, el autor nos presenta una serie de relatos amenos y sugerentes que llaman nuestra atención, tanto por el interés mismo de los hechos como por la proximidad temporal y geográfica de la sucedido». Destaca también Zaera que en esta obra que saca a la luz Embora «varadas, naufragios, abordajes, hundimientos y accidentes de importancia, por culpa de fallos humanos fundamentalmente, son presentados con prosa mesurada por este interesante autor de crónicas navales».

Los siniestros

Los sucesos que relata el autor en su libro tienen como protagonistas, entre otros, al acorazado inglés Howe , al crucero Infanta María Teresa , al crucero auxiliar Meteoro , al remolcador Antelo , a los acorazados Collingwood y Temararie -que llegaron a rozarse-, al submarino alemán AC 48 , al destructor Sánchez Barcáiztegui , al crucero Méndez Núñez , a la fragata Álava y al destructor Císcar .

Especial mención merecen las ilustraciones del libro, verdadero testimonio, en sí mismas, de naufragios que quedaron grabados para siempre en la memoria de quienes fueron testigos de ellos, pero que desde la perspectiva de un siglo nuevo adquieren un significado muy diferente, y que de alguna manera también acaban convirtiéndose -mediante su recuerdo, quiere decirse- en un túnel más para viajar a través del tiempo.

«Siempre gustó mucho a Inglaterra presumir de su supremacía naval, pues las visitas de sus navíos a puertos extranjeros respondían más al deseo de proyectar una imagen poderosa de la Royal Navy que a la puramente protocolaria -dice Anca Alamillo en el capítulo que dedica a la varada del acorazado británico Howe -. Sólo así se explica que en vez de poner rumbo a la ría de Arousa, fondeadero habitual durante muchos años de sus escuadras en nuestro litoral, se decidieran a visitar Ferrol con la inocente excusa de saludar al capitán general del departamento, don José Carranza, que al parecer era amigo personal y antiguo compañero del almirante inglés...». Ofrece este libro, a quienes aman las cosas del mar, la posibilidad de documentarse sobre unos sucesos cuyas circunstancias ya se habían ido perdiendo, en muchos casos, entre las nieblas del olvido.

Pero a todo el público lector, en general le abre las puertas de un mundo -el de los barcos y el de las navegaciones y el de los fracasos con los que el mar recuerda que hay que tenerle siempre respeto- que es, por encima de cualquier otra cosa, muy bello.