El Supremo tira por tierra el recurso contra una sentencia del TSXG que anulaba el plan de ordenación municipal de 1999
09 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El modelo urbanístico de Ares carece de base para seguir manteniéndose en la actualidad. Sin embargo, no hay grandes posibilidades de sacarlo a flote. Han pasado más de ocho años desde que se aprobara en pleno el Plan de Urbanismo del municipio. Aquel 26 de marzo de 1999, con seis votos a favor y tres en contra, la sesión concluyó con el entonces alcalde y sus concejales del grupo de gobierno escoltados por la Guardia Civil para evitar agresiones de algunos vecinos. Se trataba de evitar lo sucedido en el pleno anterior que supuso la aprobación inicial del texto, dos años antes.
La controversia generada por la asociación pro-urbanismo, una entidad disuelta a la que se atribuyeron intereses políticos, fue entonces el detonante de la reacción vecinal. Y fue después, también, la desencadenante de sendas denuncias ante el Valedor do Pobo y, posteriormente, ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
Con un cambio de gobierno municipal de por medio, de la alcaldía del nacionalista Rodríguez Doval a la de los gemelos Cendán (PP), la sentencia llegó en noviembre del 2003 como un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de un municipio en plena expansión y que se vislumbraba atractivo para el turismo y como lugar de segunda residencia.
La decisión judicial dejaba el Ayuntamiento sin el amparo del flamante plan elaborado, según acusó el gobierno entrante, como un «interés personal» del anterior regidor. No obstante, la villa no podía cerrar sus puertas de un bandazo al progreso y continuar con unas normas subsidiarias que pertenecían al siglo pasado. El PP también tenía la ambición de convertir Ares en un concello pujante.
Así surgieron los primeros recursos. Las anacrónicas normas en las que se sume el municipio, de la década de los años setenta, restringen sobremanera la concesión de licencias de obras. Pero también el Supremo acaba de tirar por tierra las aspiraciones del Ayuntamiento al ratificar la misma sentencia del TSXG.
La llegada de un tercer alcalde, del PSOE, desde el comienzo de la polémica también sirve para reafirmar la postura inicial y ratificar el mismo plan. De hecho, se valora acudir al Tribunal Constitucional mediante un recurso de amparo.
Sin ese texto estratégico para Ares no se pueden cumplir trámites como la legalización del nuevo consistorio, inaugurado por los Cendán a finales del 2006, contra toda recomendación de la Xunta. Y ahora la corporación ha acordardo crear una comisión para elaborar unas nuevas normas subsidiarias, adaptadas a la última Ley del Suelo, mientras la Justicia no les da la razón.