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El arte urbano toma el barrio de Canido con más de 40 murales de Meninas

B. Couce redac.ferrol@lavoz.es

FERROL

21 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Abrimos La Mirilla y nos encontramos de frente con Meninas bombero, calavera, infantiles, colocadas del revés y hasta en forma de muñeca de trapo con su vestido de volantes. Las pequeñas damiselas del conocido cuadro de Velázquez se multiplicaron ayer por las calles más deterioradas del ferrolano barrio de Canido en una iniciativa artística sin precedentes en la ciudad en la que participaron unos 40 pintores, así como músicos y fotógrafos de toda Galicia. Eduardo Hermida , uno de los promotores de la idea, fue el primero en estampar hace meses en el barrio, en la fachada de su casa, una Menina, con su propia cara. Otros colegas siguieron su ejemplo, como forma de decorar muros y viviendas ruinosas y embellecer la imagen del barrio. Pero no todos tuvieron igual fortuna. La pintada por Jorge Cabezas no agradó a un vecino, que la hizo desaparecer a golpe de brocha. La de ayer fue una jornada de desagravio para ese artista y también, como subrayaba a pie de muro el pintor y escultor Manuel Patinha , para que «la sociedad conozca una forma de expresión pacífica y creativa como es el arte».

Con la filosofía que propugna el artista portugués no fue difícil conseguir que casi medio centenar de propietarios del barrio -a cuyas puertas llamó una por una Eduardo Hermida- accedieran a prestar las fachadas de sus casas como lienzos para las Meninas. En la iniciativa, respaldada por la Concejalía de Cultura, participaron profesionales de los pinceles, pero también niños y vecinos. Como los Seoane , que se dejaron contagiar por la iniciativa, pintando su propia Menina en la casa familiar. «Aquí nacimos nueve hermanos», explica la tía María , pincel en mano, junto a sus sobrinos Raquel y Rubén . Además de vecinos y artistas de la zona, como Leandro y Ladislao Regueira , y otros de diversos puntos de fuera, decenas de vecinos no dejaron pasar la oportunidad de participar de la fiesta que llenó de color el barrio.

También en Fene se vivió ayer la fiesta. En la sociedad O Pote, la escudería Scratch Fene celebró la tercera edición de su fiesta. Edgar Vigo , secretario de la entidad, no podía estar más contento sobre los resultados del macrocertamen, que incluyó competiciones deportivas como cambio de ruedas, trompos y carretillas, y en las que participaron unos 60 coches, así como un paseo por el municipio de automóviles clásicos y de rali. «Esto es impresionante», comentó Edgar, contento tanto por la participación de aficionados como por el público, que también tuvo la oportunidad de degustar salchichas y cerveza, y de seguir un concierto nocturno con varios grupos locales y un ourensano.

Sin salir de Fene encontramos ayer otra fiesta, en este caso gastronómica. El Centro de Promoción Social San Valentín celebró en este barrio la primera Festa do Lisco, por la que habían pasado, a primeras horas de la tarde noche de ayer, unas 500 personas. Los organizadores, que también celebraron una fiesta infantil con atracciones hinchables, explican que escogieron el lisco -una especie de tocino- «porque outros productos xa tiñan a súa festa gastronómica e éste non».