El presidente de Navantia y el director del Plan Ferrol -las dos «soluciones» que presentó del Gobierno tras la reconversión del 2004- son censurados hoy en la comarca por su gestión
19 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando el Gobierno de Zapatero y Solbes, para librarse de las sanciones europeas, decidió en el 2004 cargarse lo poco que quedaba de Astano, logró el apoyo de los principales sindicatos locales aportando dos soluciones: por una parte, la creación de Navantia, empresa puramente militar; y, por otra, activó un Plan Ferrol que iba a ser «integral» -la vicepresidenta Álvarez de la Vega dixit- para compensar el daño de la nueva reconversión. Hoy, tres años largos después de aquella decisión, Ferrolterra clama contra los responsables de ambas soluciones, contra los gestores tanto de Navantia como del Plan Ferrol. Y los señala (cada uno a su nivel) con el dedo acusador.
Un presidente al que casi nadie quiere. El caso de Juan Pedro Gómez Jaén es llamativo. El presidente de Navantia -especialista en reconversiones tras su paso por Hunosa- ha logrado algo dificilísimo: no solo que el comité y los sindicatos le declaren la guerra (cosa que podría explicarse en el fragor de la negociacion colectiva), sino que deseen su destitución todos los partidos políticos de la comarca y el sector empresarial. ¿Cuál es la causa? ¿Simplemente dinero para contentar a los trabajadores? Ni mucho menos: hay todo un cúmulo de pequeños motivos y sobre todo uno fundamental: la pérdida progresiva de mercados (abandono del éolico, contención de las reparaciones, negación total de la construcción civil) mientras consiente sin reparos un sangrante desuso de miles de metros cuadrados en Astano. Un escándalo mientras Ferrol clama por contar con suelo industrial. Los rumores sobre su caída ya circulan, porque el PSOE sabe que esta dirección de Navantia le hace daño en Galicia.
El gestor del Plan Ferrol. Junto a los detractores que desde el principio tuvo (sobre todo PP y BNG), el Plan Ferrol contó y cuenta con el apoyo de la mayoría de los empresarios, sindicatos y los socialistas de la Xunta y el Gobierno central. Tras presentarlo Touriño en marzo del 2007, pusieron al frente a Ángel Sucasas (A Coruña, 1958), quien había coordinado el plan de desarrollo de As Pontes a finales de los noventa. Este gestor rinde cuentas ante su jefes de la Consellería de Economía, pero también ante las seis entidades empresariales y sindicales que forman la Asociación Impulsora del plan. Y son éstas las que, en su mayoría, están muy descontentas con él. Matizo: no focalizan en Ángel Sucasas el fracaso ni convocan por su comportamiento la gran manifestación del 23 de noviembre, pero sí han planteado -de palabra, pero en serio- que no encuentran en él los resultados que esperaban.
Irisarri calla ¿y otorga? El principal líder de la comarca, Vicente Irisarri, se ha mostrado muy cauto al valorar tanto a uno como a otro. Calla, pero no otorga. Exige ante sus allegados más resultados a los gestores técnicos y políticos del Plan Ferrol y, sobre todo, una dirección de Navantia que no le genere problemas: por no querer pagar el IBI ni el agua al Concello y, sobre todo, por no usar ni facilitar activamente el uso del suelo de Astano.
Castigo en las autonómicas. El PSOE intenta reaccionar ante las censuras a ambos dirigentes, para no arriesgarse a un castigo en las autonómicas, dentro de pocos meses. Porque el PP y el BNG (sin olvidar a Terra Galega en esta comarca) ya han usado y usarán este flanco para atacar la gestión socialista. Y porque, cuatro años después, y como hace varias décadas, Astano volverá a ser tema estrella electoral.