Los residentes sufren insomnio, dolor de cabeza y alertan de que se han detectado varios casos de cáncer
10 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Vecinos de la calle Pimentel, en las viviendas de la Marina de Narón, quieren a toda costa que se retire una antena de telefonía móvil situada en el portal 18 de esta misma vía. Se han puesto en contacto con las administraciones y han recogido firmas, pero al comprobar que su súplica no ha sido atendida han decidido organizar una concentración el día 14.
Los residentes en este barrio llevan diez años conviviendo con ese aparato, aunque fue en los últimos dos cuando empezaron a achacarle a la antena alguno de los males que sufrían, como insomnio, dolores de cabeza y malestar general. «Intento estar el menor tiempo en casa, las ocho horas de dormir ya llegan para contaminarse», comenta Javier, uno de los afectados.
Es más, el miedo de los naroneses sobre los efectos que la estación de telefonía móvil tiene para su salud ha aumentado con la proliferación de casos de cáncer en el barrio. «Murió una chica de 42 años y en un solo edificio hay cuatro personas con esta enfermedad», afirmaron vecinos de la calle Pimentel.
Con la concentración del día 14, a las nueve de la noche, estos naroneses intentarán evitar que la comunidad de vecinos del bloque de pisos donde está instalada la antena aprueben una prórroga del permiso de la misma. «Se necesita que las tres quintas partes de los propietarios de las viviendas acepten esa ampliación», explicaron.
En el portal 18 de la calle Pimentel habitan ocho familias, de las cuales algunas tienen sus reparos en la idoneidad de la colocación de la antena. «A los otros los intentaremos concienciar», aseveraron.
Los naroneses no entienden que se prohíba la colocación de este tipo de antenas cerca de colegios o centros sanitarios, y «que luego se autorice situarla en una zona urbana, donde hay niños y familias viviendo a solo unos metros», dijeron este grupo de residentes de la calle Pimentel.