Después de que el punto saliese adelante, se formó una gran tumulto que obligó a Blanco a interrumpir la sesión
31 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Hace casi un año que no se celebra un pleno en Narón con tanta tensión como el de ayer. ¿El tema de la discordia? Una modificación puntual del plan de urbanismo para ganar suelo industrial en el entorno de Río do Pozo. Tras la aprobación de este punto, con los votos a favor de Terra Galega y PP, se formó un gran tumulto en las bancadas, y tras varios minutos de gritos y abucheos por parte de los vecinos presentes, el regidor local tuvo que interrumpir durante cinco minutos la sesión.
Cuando el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) se encuentra en pleno proceso de revisión, el gobierno local llevó a pleno la aprobación inicial de una modificación del documento en vigor, del 2002, que permita habilitar más de 800.000 metros cuadrados para fines industriales y comerciales y otros 300.000 para usos dotacionales y residenciales. Esto supone recalificar terrenos que son suelo rústico apto para urbanizar y que están anexos al polígono.
Juan Carlos Díaz, que intervino en el pleno en representación de la asociación de vecinos del rural, acusó al gobierno de intentar eludir con este paso urbanístico el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que anula el plan de sectorización de la cementera de Castro. «Non sei se iso é unha vinganza pero está claro que a política de Narón é favorecer aos ricos e perxudicar aos pobres», dijo el portavoz.
La oposición tampoco respaldó esta modificación puntual del PXOM. «Non estamos de acordo co incremento de chan industrial, primeiro hai que consolidar o que hai, e a metade do sector cuarto está sen vender», aseveró la líder del PSOE, Catalina García.
El nacionalista Pablo Villamar reclamó «igualdade» y señaló: «A xustiza que invocan cando aplican a sentenza do saneamento deberían aplicala agora, cando o fallo xudicial non lles foi favorable». Desde la oposición solo ven con buenos ojos habilitar suelo para usos dotacionales pero «non para chan industrial, cando teñen As Boieiras sen facer», dijo Villamar.
Blanco recordó que es una aprobación inicial, que se podrán presentar alegaciones y que la Xunta tendrá la última palabra.