El montaje, que se inaugurará en octubre, incluirá esculturas de más de cuatro metros de altura
05 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Centro Cultural Torrente Ballester, cuya superficie de exposición supera los 2.000 metros cuadrados, confirma su vocación de servir de reflejo a la creación contemporánea. Y se dispone a iniciar un nuevo curso con la más ambiciosa de cuantas exposición antológicas ha dedicado Galicia a la obra de Manuel Patinha; al trabajo de un artista cuya obra simboliza, como muy pocas, el espíritu de un tiempo nuevo.
Tras pasar, a lo largo de los últimos años, por diferentes etapas, que en algún momento lo llevaron a concentrar su programación de forma preferente en la recuperación del legado de pintores que habitaron un tiempo muy distinto, como Sotomayor -el que fuera director del Museo del Prado- o Felipe Bello Piñeiro, el Torrente vuelve a mirar ahora hacia una forma de crear en la que servir de reflejo al mundo ya no importa tanto como contar lo que la realidad esconde más allá de la evidencia. La muestra de Patinha, cuya inauguración está prevista, en principio, para comienzos de octubre, permitirá contemplar, desde una perspectiva antológica, las dos décadas fundamentales de la creación de un artista cuyo talento es un camino que une lo mejor de las culturas gallega y portuguesa. El montaje, especialmente complejo en función del formato de algunas de las piezas, que superan los cuatro metros de altura, comenzará en los próximos días. Habrá un centenar de esculturas. Pero también dibujos. Y además, grabados. Todo ello, ungido por la voz de los poetas.