El vivero de empresas de la Cámara de Comercio cumple este año su primer lustro de funcionamiento. Desde que empezó a operar en la antigua sede del organismo cameral, la incubadora ha ayudado a poner en marcha 19 proyectos empresariales. En estos momentos aún permanecen en las instalaciones siete sociedades y dos entidades, ya que tanto la Asociación Impulsora del Plan Ferrol como el gerencia del Plan de Producto Turístico Ferrol-Ortegal ocupan actualmente sendas oficinas.
Para los emprendedores, asentar su negocio en el vivero les permite disponer de una sede a unos costes económicos, además de poder compartir servicios, como las fotocopiadoras, lo que también posibilita un ahorro en maquinaria. Además, antes de iniciar su andadura en el vivero han de presentar un plan de viabilidad que, una vez revisado por los técnicos de la entidad que preside Francisco Cruz, pueden empezar a poner en marcha desde estas instalaciones.
Ildefonso García, director del vivero, aseguró ayer en Radio Voz Ferrol que, debido a la crisis económica, está percibiendo un repunte en el número de personas que acude al vivero en busca de asesoramiento para poner en marcha un proyecto. El autoempleo emerge así con fuerza como alternativa al paro. No obstante, en un elevado número de ocasiones, los aspirantes no tienen una idea clara de hacia donde dirigir su negocio.
En estos momentos, el vivero cuenta con cuatro nuevas peticiones de ingreso. Se trata de empresas de los sectores de nuevas tecnologías, programación y comercio exterior, que esperan conocer si serán o no nuevos inquilinos del inmueble, ubicado en el barrio de A Magdalena.
Diversos sectores
A lo largo de estos últimos cinco años, la mayoría de las empresas que han pasado por la incubadora ferrolana pertenecían a sectores vinculados con las tecnologías de la comunicación, así como con el diseño gráfico y el industrial, la ingeniería, la programación multimedia y la vigilancia tecnológica.
El Concello de Narón, también en colaboración con la Cámara ferrolana, impulsa ahora la puesta en marcha de otro vivero, con un condicionante más industrial, en Río do Pozo.