La familia de un trabajador de Astano fallecido por su exposición al amianto reclama una indemnización
FERROL
Los hijos de un trabajador que perteneció a la plantilla de Astano y que falleció de un adenocarcinoma han demandado a Navantia y a su aseguradora por entender que su fallecimiento tiene relación con su exposición al amianto durante su vida laboral activa.
Pedro Fernández Grande, que falleció en el 2007 cuando tenía 57 años, había ingresado en el astillero de Fene en 1972, procedente de una compañía auxiliar de la empresa principal. Dejó la plantilla en 1989 como consecuencia de uno de los expedientes de regulación promovidos tras la reconversión de la planta naval.
En el 2006 le fue diagnosticado el mencionado cáncer en el lóbulo pulmonar inferior izquierdo y un año después, aproximadamente, murió. El certificado de fallecimiento relaciona su muerte con su exposición al amianto. Los cuatro hijos que deja han emprendido acciones legales en contra del astillero, por entender que existe una relación directa entre la profesión de tubero que desempeñó Pedro Fernández y la posterior enfermedad que le costó la vida.
El juicio se celebró ayer en el Juzgado de lo Social número 1. La neumóloga Carmen Diego, perteneciente al hospital Arquitecto Marcide y que se ocupa habitualmente de los enfermos de amianto, declaró para confirmar la relación entre el fallecimiento y la contaminación del trabajador. El letrado de la asociación Agavida, que representa a los familiares, incluye en su demanda una reclamación de indemnización de 240.000 euros por daños y perjuicios al considerar que el astillero no dispuso las medidas necesarias en materia de seguridad e higiene en el trabajo para evitar que el operario estuviese en contacto con las fibras de asbesto (amianto) utilizado profusamente durante años en la construcción naval como material aislante de máquinas y conducciones de calor.