La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los sindicatos acaban de pactar la incorporación a los astilleros de Navantia de una treintena de trabajadores procedentes de la factoría asturiana de Juliana, en concreto de Gijón.
Con el pacto de la reconversión, este centro de la ex Izar fue privatizado y pasó a manos de Vulcano, que anunció hace meses su cierre. En el marco del acuerdo de garantías laborales firmado en el último ajuste laboral, ahora los trabajadores que no pueden ser prejubilados, aquellos de menor edad, pasarán a integrarse en las factorías de Navantia. De ese grupo, 24 vendrán destinados a las antiguas Astano y Bazán.
La mayoría de la treintena de operarios afectados por la quiebra de Juliana, que se produce tan solo cuatro años después de que iniciase su trayectoria en la órbita privada, han decidido incorporarse a Navantia Fene-Ferrol por proximidad. Otro se irá a la fábrica de Puerto Real (Cádiz) y otros dos, a las oficinas centrales, en Madrid.
Próxima semana
Está previsto que la próxima semana se haga efectiva la incorporación a la plantilla de la ría.
En los últimos años, los sindicatos no han dejado de reclamar el rejuvenecimiento del censo de trabajadores y la incorporación de jóvenes a las factorías gallegas.