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Cinco municipios de la zona captan en verano más de 50.000 habitantes

L.A.Núñez / A.Bruquetas FERROL/LA VOZ.

FERROL

11 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La llegada del verano cambia la forma de vida de cinco concellos de la comarca. Cedeira, Valdoviño, Ares, Cabanas y Pontedeume son los municipios preferidos en la zona como destino vacacional de gentes tanto de la misma comarca como de otras comunidades de España. Y juntos captan cada estío a más de 50.000 habitantes, según estimaciones de las autoridades locales de esas cinco administraciones.

Son villas tranquilas durante el invierno. Pero en verano, las calles se llenan de visitantes y los establecimientos comerciales hacen su agosto a un ritmo mayor de lo habitual. No en vano, de los 31.909 habitantes que suman esos municipios, según el último censo oficial publicado por el Instituto Nacional de Estadística, la llegada del calor eleva el termómetro residencial hasta los 85.000 moradores, unos 53.000 a mayores, llegando esporádicamente a triplicar la población regular de cada villa.

Con estos datos, la unión de las cinco villas costeras deja un saldo superior al de la quinta ciudad con el censo más grande de Galicia, Pontevedra, que cuenta con un grueso de 81.576 habitantes. Únicamente por detrás de A Coruña, Vigo, Lugo y Ourense y con una acumulación de residentes superior a la capital de la comunidad, Santiago, y a los 74.273 vecinos de la cabecera de la comarca, Ferrol.

Claro que ese repunte no es estable y responde a puntas de población que llegan a coincidir con festejos, en algunos casos. Un ejemplo es Cedeira, que con menos de 7.500 habitantes, llega a triplicar su censo con las fiestas de agosto, explica el alcalde de la villa marinera, el socialista José Luis Vergara. No obstante, durante todo el verano, la dinámica habitual es que la población sea algo superior al doble que en invierno.

Referente turístico

Y sucede algo similar en Pontedeume. La villa de los Andrade se ha convertido por derecho propio en uno de los referentes turísticos de la zona. Cuenta con las Fragas do Eume, uno de los parajes naturales más impresionantes de la comarca, o con un casco histórico repleto de callejuelas con encanto. Este atractivo le permite incrementar la población desde los casi 8.500 habitantes regulares hasta prácticamente rozar los 20.000 durante el verano, según el regidor del PP, Gabriel Torrente.

La procedencia de los turistas es, en muchos casos, externa. Es decir, que existen grandes asentamientos de nuevos vecinos procedentes de Madrid o de otras urbes que buscan la tranquilidad de las villas costeras para veranear o para retirarse. Es un hecho constatado por el alcalde de Cabanas, el popular Germán Castrillón: «En realidad, tenemos a cerca de 4.000 personas viviendo aquí más de seis meses», apunta. Aún así, ese municipio acelera de 3.336 a 9.000 vecinos en los meses estivales.

Las estancias prolongadas de esos nuevos vecinos también se producen en concellos como Valdoviño (de casi 7.000 habitantes pasa a rozar los 20.000 en verano), y también Ares (de 5.673 asciende a 15.000).